Machetes

Existieron ayer, existen hoy y van a existir mañana, y su área de mayor desarrollo fue, es y será el ámbito escolar primario y el secundario. Conforme avanza el tiempo, también lo hace la tecnología, y con ello van aumentando en calidad y cantidad las maneras para hacer trampa / copiarse en los exámenes y evaluaciones: así estamos y así vamos a estar. Esas son las generaciones que van a heredar el país y el mundo cuando nosotros ya no estemos.

En fin...  ni el teléfono celular ni ninguna otra de las tecnologías actuales y aquellas que todavía no llegan va a reemplazar al tradicional y clásico machete escrito en un pedazo de hoja arrugada, al que escodemos dentro de la manga o pegamos disimuladamente en la birome (por usar solo dos ejemplos). Había talento en ello, no lo olvido. Yo mismo hice decenas a lo largo de la escolaridad obligatoria, pero no para cualquier pelotudez pavada que había que hacer en la primaria o en el secundario, sino para esos casos que consideraba como "de urgencia", como por ejemplo algún tema más o menos extenso de la asignatura "Historia" e incluso un ejemplo de como hacer análisis de oraciones o algo como eso, para la asignatura "Lenguaje y Literatura". Hasta se podían, y aún se pueden, hacer machetes de Matemáticas: no hay más que copiar la teoría de tal o cual ejercicio o fórmula y después reemplazarla con aquellas consignas que vayan a tocar en un exámen. Eso invalida la frase que dice "más al pedo que un machete de matemática". Yo fui duro de entendedera en eso hasta que promediaban los estudios secundarios (PoliModal en mi tiempo), y en alguno casos que dudo sean menos que la mitad de todos usé un machete copiando la teoría. Los resultados no fueron perfectos, pero me permitieron tener buenas calificaciones.

Los machetes, como dije, tiene que reservarse únicamente para casos en que sea imperiosa su utilización, y por el bien de los /as estudiantes de  primaria y secundaria, deben hacerse con el método tradicional, sin ningún implemento tecnológico. Por un lado porque se pierde la esencia de aprobar  un examen o evaluación "evadiendo las dificultades", se podría decir, y por otro lado porque de seguro los integrantes del cuerpo docente y los del directivo van a estar al corriente de dichos adelantos, de modo que bien podrían pedir los celulares y aso al alumnado al momento de empezar la prueba. En ese sentido, el machete clásico del papelito escondido en la manga o pegado a la birome es infalible.

--- CLAUDIO ---