Los tiempos cambian: antes y ahora

Los tiempos cambian. 

Antes los jóvenes se iban de casa y se independizaban lo antes posible del clan familiar, ahora casi se “pre-jubilan” bajo el techo hogareño. 

Antes te podías fiar de la gente, del vecino, del amigo,…., ahora la gente ya no se fía ni de uno mismo. 

Antes en el mundo del fútbol, el de negro era el árbitro, ahora ni va de negro ni ná. 

Antes los centros educativos eran referencia y referente de educación y buenos modales, ahora simple y tristemente suelen ser noticia de portada por algo “extravagante” y guardería o lugar para dejar a los hijos mientras la vida laboral importa más que la familiar. 

Antes la familia era el pilar de apoyo y punto de encuentro, ahora la vida familiar se está convirtiendo en algo raro y hasta extraño.

Antes la vida y muchas de nuestras ilusiones rondaban en torno a la televisión, ahora casi todo gira en torno a Internet y la red virtual. 

Antes las personas se relacionaban y se conocían en la calle, en la plaza o en el barrio, ahora se conocen y se relacionan a través de redes sociales y encuentros virtuales. 

Antes la gente estudiaba para mejorar y conseguir su sueño, su meta y su medio de vida futuro, ahora la gente estudia para no caer dentro de una lista del paro cada vez más extensa. 

Antes la política era una carrera buscada y de prestigio, ahora la política es una carrera devaluada y hasta criticada.

Antes el maestro era un referente, un ejemplo y cuasi una autoridad, ahora el maestro es una figura en “crisis” cuasi decorativa y poco valorada en una sociedad de valores y personajes cambiantes y extravagantes.

Antes el dinero y el ahorro valían para algo, ahora ni se sabe si el dinero y el ahorro valdrán para nada. 

Antes sabíamos que cuando nuestra vida laboral acabara cobraríamos una pensión conseguida durante años a pulso y con esfuerzo, ahora ni sabemos si llegaremos a tenerla y ya no decimos ni a cobrarla. 

Antes la educación de las personas estaba por encima de los intereses, ahora los intereses están por encima de las personas.

Antes eran otros tiempos, ahora los tiempos cambian. La pregunta es… si para bien o para mal.

Juan José Mairal