Es otra de esas cosas que suelen pasar cuando no se pone la debida atención. Cuando vamos andando en bicicleta puede darse el (muy) desafortunado hecho de que nos demos un golpe en las pelotas la entrepierna, producto de eventos advertidos o inadvertidos por nosotros mismos que hacen que debamos frenar de golpe en un tramo corto y, consecuencia de la inercia, nosotros sigamos adelante, desembocando esto en un golpe feo en extremo con el caño.
Puede darse porque va a pasar algún transporte automotor o ciclomotor por la calle transversal, por un semáforo que cambia a la luz roja, porque una persona mayor de edad va a cruzar la calle, porque nos distrajimos mirando algo (predomina aquí el "ir" del sexo femenino) y quisimos evitar un obstáculo, porque alguien nos estuvo haciendo señas y llamando nuestra atención o por lo que fuere... el caso es que golpearse los huevos testículos con el caño de la bicicleta no es nada agradable, sino más bien todo lo contrario.
A ese respecto les recomiendo extrema precaución si, llegándose a encontrar en la localidad de Merlo (Gran Buenos Aires oeste) tuvieran que circular por la calle San José, en la zona céntrica, entre avenida Argentina y avenida Constitución. Son dos cuadras adoquinadas en los que ese peligro siempre está en modo de espera, aguardando tranquilo a cualquier víctima desprevenida.
--- CLAUDIO ---
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