miércoles, 13 de septiembre de 2017

4.4) Calendario y horóscopo, parte 2



Se trataba de un horóscopo compuesto por una quincena de signos que habían tenido su origen dieciséis milenios atrás en el tiempo, aproximados – no se conocía la fecha exacta, porque nunca hubo aquella de asentarse en los textos históricos –, mucho antes del día en que las hadas y otros seres elementales en este mundo tuvieran su primer contacto con los seres feéricos inmigrantes provenientes de la Tierra. En orden desde el primero hasta el último, los quince signos del horóscopo de las hadas, tan vigente hoy como el primer día, aunque no con las mismas finalidades, tenían veintiséis, veinticuatro, veinticinco, veintitrés, veinticuatro, veinticinco, veintidós, veintisiete, veintidós, veinticinco, veinticuatro, veintitrés, veinticinco, veinticuatro y veintiséis días. Ese era también un esquema capicúa y armónico.

En el neocalendario, el primer signo corría entre el primero y el vigesimosexto día del mes de Enero, el segundo entre el veintisiete de Enero y el decimonoveno día del mes de Febrero, el tercero entre el veinte de Febrero y el dieciséis de Marzo, el cuarto entre diecisiete de Marzo y el ocho de Abril, el número cinco entre el nueve de Abril y el dos de Mayo, el sexto signo corría entre los días tres y veintisiete de ese mes, el séptimo de los signos entre el veintiocho de Mayo y el dieciocho de Junio, el octavo entre el decimonoveno día de ese mes y el decimoquinto del siguiente, el noveno entre el dieciséis de Julio y el seis de Agosto, el décimo abarcaba los restantes veinticinco días de ese mismo mes, el número once se extendía las dos primeras docenas de días del mes de Septiembre, el duodécimo discurría entre el veinticinco de Septiembre y el diecisiete de Octubre, el decimotercero entre el dieciocho del mes de Octubre y el once de Noviembre, entre el doce de Noviembre y el cinco de Diciembre iba el decimocuarto de los signos, y el decimoquinto y último de estos regía en los finales veintiséis días del Neocalendario.  Cada uno ocupaba una franja más o menos pareja en ese círculo en que estaban dispuestos, de veinticuatro punto tres grados, en tanto que el cero punto cinco restante estaba dividido en partes iguales (cero punto ciento veinticinco)y apuntaba a los cuatro puntos cardinales principales: norte, oeste, sur y este.
En el calendario antiguo de los seres feéricos, el primero de los signos de su horóscopo abarcaba los primeros veintiséis días de Baui, el primero de los meses, el segundo signo comprendía los últimos cuatro días de ese mes y la primera veintena de Entoh, el tercer signo entre el vigesimoprimer día de Entoh y el decimoquinto de Nint, el cuarto desde el decimosexto día de ese mes hasta el décimo de Llol (“Es el que está hoy en vigencia”, dijo Lursi, haciendo una breve pausa en la explicación), el quinto discurría a lo largo de la última catorcena de días de Llol y los primeros tres pares de Uumsa, el sexto signo del horóscopo iba desde el séptimo día de Uumsa hasta el séptimo de Tnirta, el séptimo signo se extendía por los restantes días de ese mes y el segundo de Iiade, el octavo iba entre los días tres y veintinueve de ese mismo mes, el noveno el último par de días de Iiade y la primera veintena de Liur, el signo número diez desde el vigesimoprimero de Liur hasta el decimoctavo de Sefht, el undécimo signo entre el diecinueve de Sefht y el dieciocho de Clel, el duodécimo  signo del horóscopo cubría los restantes diez días del décimo mes del calendario antiguo y los primeros trece de Norg, el decimotercero de los signos la última quincena de Norg y la primera decena de Chern, el decimocuarto los últimos veinte días de ese mes y los primeros cuatro de Nios, y el decimoquinto y último signo comprendía los últimos trece pares que le quedaban a Nios. Con este esquema también se  daba la separación en ángulos de veinticuatro punto tres grados cada uno y de cero punto ciento veinticinco cada punto cardinal.

Este horóscopo – continuaban con su explicación el médico y el artesano-escultor –, no era usado solamente para aquellas clásicas predicciones y vaticinios astrológicos (salud, dinero, amor, trabajo…), que eran algunos de sus usos menores, y la ayuda espiritual para los seres feéricos. Ambos eran hoy aspectos secundarios del horóscopo, lo venían siendo desde que la ciencia supo dar las respuestas a todas las cosas, contestaciones además atribuidas a la fe y las religiones hoy desaparecidas. Siete de esos signos (el primero, el segundo, el séptimo, el octavo, el noveno, el decimotercero y el decimocuarto) hacían referencias a formas de vida de los reinos vegetal y fungi, siendo las que mayores importancia e influencia  tuvieron y tenían en la vida cotidiana de la población, al igual que los otros cuatro pares de signos, ya fuera que a esas siete formas de vida las emplearan o no como recurso alimenticio, como parte o todo de los materiales usados en el diseño de esculturas y artesanías, como múltiples elementos de trabajo, como materias primas en la elaboración de insumos médicos y mágicos (“Magia y religión son dos cosas diferentes”, fue una breve intervención de Lursi entre las palabras de Kevin), como objetos decorativos, principalmente en cualquiera de las ceremonias o los rituales, en la construcción de viviendas y otras estructuras, y en el caso de tres de esos siete elementos, como parte del armamento y los equipos de las hadas guardianas en los setenta y seis países del mundo. Esas eran sus principales aplicaciones y se empleaba todo de esa media catorcena de formas de vida: raíces, flores, frutos, semillas, troncos y ramas del grosor que fuere, la savia, el polen, el rocío matutino que caía sobre ellas, el néctar, la clorofila e incluso la tierra que acompañaba a las raíces cuando era removida alguna de esas especies. Los signos eran referencias u homenajes más que evidentes al roble, el avellano, el té (la bebida por excelencia para todo tipo de ceremonias, ritos y rituales), la campanilla (la flor feérica pro excelencia), el trigo, el algodón y una clase de hongos que, entre sus diversos usos, estaba el de la producción de la cuarta parte de los medicamentos y las pociones contra las enfermedades, males y problemas más resistentes de salud.
Otros cuatro signos del horóscopo de los seres feéricos – cuarto, quinto, primero y decimosegundo – eran animales. Dos especies voladoras, una terrestre y otra anfibia por las que todos los seres elementales, pero particularmente las hadas, sentían una gran veneración y un profundo respeto, al punto de haber decidido calificarlos como “sagrados” en tiempos de aquellas creencias religiosas antiguas. El animal terrestre, un ave no voladoras, era un ferocísimo carnívoro conocido simplemente como Corredor, un nombre que le quedaba muy bien, y al que Eduardo hubo de comparar con el “ave del terror”, aunque evolucionado, de ciento veintitrés kilogramos de peso, unos tres metros d altura y capaz de alcanzar los cien kilómetros por hora; una de las especies voladoras era el ave del paraíso, la otra la paloma – podían ser poca cosa con solo nombrarlos, pero en realidad eran el polo opuesto –, y la especie anfibia un animal llamado “Cu”, el nombre surgido a causa de las vocalizaciones, una forma más avanzada del varano que podía alcanzar los treinta kilogramos de peso y cinco metros de longitud. Este cuarteto de especies del reino animal carecía de casi todas las aplicaciones y usos que tenían los “signos vegetales”, por no decir todas, pero aún con esas carencias eran aprovechadas de varias maneras por las hadas. De las aves, por ejemplo, usaban los huevos, ricos en nutrientes y proteínas, y las plumas; del corredor usaban la dentadura, para el diseño de artesanías, una vez que el animal fallecía, y las palomas eran muy útiles para llevar mensajes del punto A al B, y del Cu, además de los huevos, las escamas, que cambiaba con periodicidad, a las que usaban en la elaboración de antiofídicos y otros medicamentos (había que ser muy valiente, sin embargo, para acercarse a uno o más de estos animales).
Los restantes cuatro signos del horóscopo – el tercero, el sexto, el décimo y el decimotercero – se referían a elementos que los seres feéricos usaban todos los días en varias de o todas sus actividades (investigaciones científicas, exploraciones, trabajo, comercio, la construcción…); les hubieron de resultar extremadamente provechosas e imprescindible desde que se inventaran e hicieran su debut práctico: la rueda, la balanza, la noria y el telescopio. Como tantos otros elementos, esos cuatro habían sido desarrollados por los seres feéricos en procura de, ejemplos, mejorar la calidad de vida de la población y darle otro impulso al sector industrial. Las hadas desconocieron que, milenios más tarde, habría una civilización en un planeta distantísimo que construiría esos aparatos persiguiendo los mismos propósitos.

La inmensa mayoría de las conquistas y los logros de las hadas como grupos e individuos en esos campos tan diversos había sido obtenida con el uso teórico y el práctico de esas seis especies vegetales, la fungi, el cuarteto del reino animal y los dos pares de elementos de trabajo, y era considerado poco menos que un dogma, una verdad incuestionable, el que si los dejaran de emplear, sin importar demasiado por cuanto tiempo lo hicieran, podrían avecinarse los problemas.
_Viste ejemplos de sobra, y debés de contar con una idea aproximada sobre otras aplicaciones que damos a esa quincena – supuso Kevin, observando el entorno. Las dos terceras partes de las mesas y las sillas ya tenían ocupantes, las camareras iban y venían entre ellas y el botellón de vidrio en la barra, junto a la caja registradora, gradualmente se iba llenando de monedas de diversa denominación. Ese último recipiente estaba reservado para las propinas –. Se encuentran presentes por donde se mire. Estas mesas y las sillas, por ejemplo, y todo el mobiliario de El Tráfico están fabricados con madera de roble. Y el algodón, por referirme a otro de los signos – se agarró la manga izquierda de la camisa, la enseñó a Eduardo y después la soltó –. Está entre las cuatro o cinco materias primas principales de la industria textil, creo que en el tercer lugar, debido a su durabilidad, el bajo costo, lo cómodas que después resultan las prendas, la facilidad que implica su lavado, lo livianas que son, principalmente en climas como el insular, y lo económico y sencillo que es el cosecharlo… relativamente sencillo. Excepto por lo de la comodidad, hablo únicamente del capullo. El año pasado, en todo el planeta, se cosecharon cuarenta y cuatro millones y tres cuartos de toneladas, el ocho por ciento de esa cifra en el reino de Insulandia. Tres millones setecientas ochenta mil toneladas gracias a las cuales este país obtuvo el quinto puesto a nivel mundial. Las condiciones del suelo y el clima en general ayudaron bastante.
_El té también es uno de los más importantes, sin desmerecer a la otra media docena, ni tampoco a los otros signos. En este lugar, y estoy haciendo referencia al cuerpo celeste como un todo, existen mil cincuenta y dos variedades de esa infusión, que dependen en gran medida del tratamiento que se le de a las hojas, por no decir en toda la medida – informó Lursi, echando el atado vacío al cesto que estaba acarreando una camarera (“Que puntería”, hubo de felicitarlo el arqueólogo) y sacando otro de veinte cigarrillos, que había comprado en su camino hacia este bar –. Es la bebida tradicional, de las más representativas e importantes, en cultos, ritos, ceremonias y festividades. Durante los casamientos, los funerales y cuando los padres presentan a su hijo recién nacido a toda la familia, sin ir más lejos. Los seres feéricos sostenemos que esa es una forma adecuada de… ¿cómo lo puedo describir, o definir?... ya se, de rendir su justo y debido homenaje a los protagonistas. Cosechamos dos mil noventa y una toneladas al año pasado, y solo en Insulandia, y nueve veces esa cantidad en todo el continente. De las nuestras se consumieron aquí unas mil setecientas setenta y siete punto treinta y cinco toneladas, eso es el ochenta y cinco por ciento, y el quince restante trescientas trece punto sesenta y cinco, se exportaron a otra oncena de países fuera de Centralia. En la ceremonia de esta noche se va a consumir el té en abundancia, tanto como los ochenta días que transcurrieron hasta ahora.
_Y el roble, en otro ejemplo de los elementos vegetales del horóscopo, nos da una de las maderas más resistentes al daño, el clima y el paso del tiempo, y por lo tanto su uso como materia base es imprescindible y en extremo esencial. Eso ocurre en varios sectores industriales, no únicamente en el maderero -  retomó el novio de Cristal la conversación, su atención volviendo una vez más al par de hombres que lo acompañaba en torno a la mesa –. Al roble lo usamos como parte o todo en el techo, el piso y las paredes en muchas estructuras, no importa su finalidad. Nuestras viviendas, por ejemplo. Todas ellas, todos los planes del Estado y todas las que se construyen de forma particular. Si, Eduardo, el sector privado también interviene en eso – avisó –. El ochenta por ciento de la madera que se usa en la construcción de viviendas es de roble. De esa manera pueden llegar a durar años, con un deterioro mínimo si se trata del paso del tiempo. Son resistentes en extremo. Y existen centenares, por no decir miles, de puentes y túneles asegurados con esa madera, o construidos con ella; llevan años e incluso décadas sin tener que someterse a ninguna clase de mantenimiento complejo, ni recambios en una o más de sus secciones. Tan solo las grandes catástrofes naturales e inclemencias atmosféricas pueden provocar en esas estructuras algún daño significativo.

El responsable máximo del Marcado central de las Artesanías y el segundo al mando del Consejo de Salud y Asuntos Médicos continuaron explicando e informando al experto en arqueología submarina sobre las diversas aplicaciones de la quincena de signos que conformaban su horóscopo feérico, los cuales tenían sus propias constelaciones –, estas eran en total ciento nueve – diciendo, a modo de información complementaria, que cada uno de  esos signos tenía un monumento en diferentes lugares del reino, en todos los países, hechos con la acostumbrada combinación de materiales resistentes. Ese era en los días de hoy, como en los de ayer, una manera de rendirle tributo a su acervo cultural. Al amparo los tres hombres de la atmósfera festiva que reinaba desde la salida del Sol, en un lugar muy concurrido, la conversación sobre el calendario y el horóscopo de los seres feéricos estaba ofreciendo todas las señales de querer extenderse, como mínimo, durante otro cuarto o tercio de hora.
Las hadas cuyos dones o talentos naturales podían encuadrarse dentro de la botánica – de las flores, de los bosques, de las praderas… – eran incluso capaces de hacer uso de sus habilidades, esas que les eran únicas a ellas, para la extracción de cierto tipo de proteínas y nutrientes a los que también les podían dar varias aplicaciones, solo que estas estaban vinculadas exclusivamente al ámbito medicinal y, en menor medida, al científico.  Combinando la savia y las raíces frescas de avellanos jóvenes de no más de diez años, los pétalos reducidos (literalmente) a polvo de las campanillas y semillas de trigo con unos pocos hechizos adicionales, por ejemplo, elaboraban algunas de aquellas pócimas revitalizantes y reconstituyentes con que recuperaban las energías perdidas en caso de algún agotamiento extremo.
_Es un horóscopo curioso y extraño, de eso no existe la mínima duda. Y es diferente a cualquiera de los que hay en la Tierra – comentó el arqueólogo, pensando que en este mundo, con el otro calendario, su fecha de nacimiento sería el vigesimonoveno día del mes Nios, y su signo el telescopio. Se notaba con suma facilidad que práctica era algo que le estaba faltando, por lo pronto en el hecho de poder concentrarse en una cosa en particular. Pero, ¿Cómo hacer una cosa así?. En este preciso momento era un asunto un tanto complicado, con el bullicio y la algarabía reinantes en El Tráfico –. ¿Es posible que yo pueda interiorizarme acerca de todo?. Quiero decir que tengo grandes deseos de aprender de todo sobre todo. Los empecé a tener desde que me di cuenta de en que lugar me encontraba. Abrí los ojos, estaba en una habitación y al poco tiempo, al instante, mejor dicho, aparecieron Isabel, Nadia y la reina Lili frente a mi. Pero es algo que quiero hacer en el menor tiempo que sea posible. Ritos, rituales, cultos, costumbres y eso, incluso aquellos quinientos preceptos que forman el Código de la Vida, de los que tanto se enorgullecen las hadas.
_ Me parece razonable. Eso es algo que le podría pasar a cualquiera que estuviera atravesando la situación de la que estás siendo protagonista – coincidió el hombre de profesión artesano-escultor, comprendiendo ahora, a diferencia de hace unos minutos, que la conversación sobre el calendario de los seres feéricos y su horóscopo estaba llegando a su término. Finalizaba por el momento, al menos –. Lo que no es recomendable ni por equivocación es hacer una cosa como esa a las apuradas y sin estudiar con lujo de detalles cada uno de los aspectos. Eso te lo digo como amigo. Te aconsejo que te tomes todo el tiempo que haga falta para interiorizarte acerca de nuestros aspectos sociales y culturales, estilos de vida, costumbres, historia…todo. Lursi, Nadia, Isabel, Cristal y yo, y también cualquiera de las hadas que viven dentro y fuera del barrio Barraca Sola, podemos explicarte, enseñarte y hablarte de algunas cosas, pero otras las tenés que aprender y conocer por tu cuenta, con la experiencia y el conocimiento que vayas adquiriendo. Y es por eso que en uno u otro caso no alcanza solamente con que lo entiendas, con la parte teórica. También es necesaria la comprensión y un repaso integral de ella, para que cuando llegue el momento de llevar esos conocimientos a la práctica no puedan surgir contratiempos de ninguna clase ni vos vayas a cometer errores – y concluyó –. Hiciste bien la conversión de tu fecha de nacimiento del Neocalendario al esquema antiguo y pudiste advertir que signo te corresponde. Eso es, aunque básico, un buen inicio.
_Kevin está en lo correcto. Vos vas a quedarte para siempre en nuestro planeta y nuestra sociedad, y por lo tanto tiempo es algo que vas a tener en abundancia, para dedicarle a la instrucción y al aprendizaje – agregó el compañero de Nadia –. Aun si no fuera de esa manera, si tu deseo fuera volver a la Tierra, tendrías por delante más de cuarenta y nueve años y medio para aprender e instruirte. Casi cincuenta. O sea que de una manera o de otra el tiempo es un factor abundante. Los preceptos y principios que forman el Código de la Vida, por ejemplo. Te los puedo enumerar uno por uno, o escribirlos en una lista para que los leas y memorices. Pero a vos, y solo a vos, te va a corresponder el comprenderlos, entender lo que significan y encontrar ejemplos de cada uno de ellos en el día a día. Descubrirlos por tu cuenta, textuales las palabras de Kevin.



Continúa…



--- CLAUDIO ---

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