Carta abierta a los/as PELOTUDOS/AS

 Auspicia este artículo la Agrupación para la Liberación, Defensa y Organización de los PElotudos (A.L.D.O.PE.)


Queridos PELOTUDOS/AS:

Diría que habitualmente o casi todos los días me cruzo con algún PELOTUDO/A. Y no hay peor cosa que cruzarse con un PELOTUDO/A a escasas 72 hs. del final del año ya que sus pelotudas facultades  se potencian, se elevan a niveles insospechados. Cuando se entra a la categoría de PELOTUDO/A es casi imposible salir de ella ya que el estado de pelotudez se esparce por todos los niveles del ser humano. Es decir, es pelotudo como padre, como hermana, como empleado, como amigo, como jugador de futbol, como espectador, como lo que se te ocurra, en cualquier rol “ES” un PELOTUDO/A. Por lo tanto el PELOTUDO/A hace a su esencia, a su más íntimo ser, en definitiva, a lo que lo constituye. Continente y contenido se unen, se mimetizan, logran la tan ansiada iluminación y llegan a ser un verdadero, único e irremplazable PELOTUDO/A.

Otra característica que tienen es la “Institucionalizarse”. Es un grado, llamémosle, superlativo del PELOTUDO/A, donde, vaya a saber uno bajo qué circunstancias o motivos, conjugan en una misma institución varios PELOTUDOS/AS y la transforman, la elevan, la posicionan como “una institución de MIERDA”. Obsérvese que cambia el nombre. De PELOTUDO/A pasa a ser (solo en el caso de instituciones) MIERDA. Bien, estas instituciones (empresas, organizaciones, entes públicos, ONG, etc de producción, de servicios, oficiales) tienen la característica de comportarse como PELOTUDO/A y por eso son denominadas “DE MIERDA”.

Ayer tuve el infortunio de toparme con una “EMPRESA DE MIERDA”, llena de PELOTUDOS/AS que en lugar de solucionarme un PELOTUDO problema, ponían trabas y más trabas para que ellos, otras empresas y yo perdiéramos tiempo y dinero al pedo, es decir PELOTUDAMENTE.

A todas esas instituciones PELOTUDAS y a todos los PELOTUDOS/AS del mundo que las conforman o andan sueltos por ahí les deseo para el 2007 que encuentren la forma de ser un poquito menos PELOTUDO/A cada día, se que es un trabajo arduo y hasta casi impensable para PELOTUDOS/AS como ustedes, pero les aseguro que el esfuerzo bien vale la pena, todos gozaríamos de la vida mucho más, tendríamos más tiempo para nuestro ocio y podríamos ahorrar algo de plata para nuestros gustos y hasta inclusive ayudar a otros que nos necesiten.

De todo corazón y esperando que por lo menos lo piensen (si es que su PELOTUDEZ los deja).

Eliseo Parker

Una víctima más de la pelotudez humana