miércoles, 17 de abril de 2013

Oda al cornudo



Incierto destino... ¿En tu cruel camino,
cuanto dolor infame  tendré que soportar?
Por su miedo a la verdad, ella jugo a varias puntas
mientras que yo, gran ilusionado, pensaba esperanzado
que las sombras de su pasado se podrían olvidar.

Estaba dispuesto a perdonar, las penas por ella sufrida
porque pensaba que siendo toda mía, me daría felicidad
¿Olvidar?... Eso lo pueden los mas enérgicos,
desde luego, a mi... mucho me costará,
pues te has llevado mi dicha.... ¡Iluso de mi!
Tendría que haber esperado la cruel desesperanza
esa que siempre alcanza a las almas de bondad...

Todos los infortunios son realmente parecidos,
es por eso que he parido consuelos por generosidad.
No pensé que me iba a tocar y ni siquiera fui advertido
que agazapado detrás mío se encontraría un rival.
Ignoro por qué fue, si por ignominia, desidia o alevosía.
dado que la que pretendía que seria mía, se encargó maleficente
de colocar sobre mi expuesta frente,
¡¡los astados cuernos de la infidelidad!!

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