lunes, 30 de octubre de 2017

L5.14) la intencon de salir



_Pocos minutos más tarde, Cristal y yo llegamos al Hospital real, con el corazón en la boca y comiéndonos las uñas. Por cierto que ninguna de las dos no podía ya continuar aguardando el suspenso, la ansiedad y conteniendo los nervios. Estábamos muertas del susto y en extremo preocupadas – intervino Isabel, meciendo suavemente al bebé. Se habían acercado las damas a los hombres, a causa del  triste sentimiento que les provocara ese sexteto de luces ascendiendo velozmente y formando centenares de chispas. Había, al parecer, muerto una familia entera -  Kevin nos dijo dónde te encontrabas, pero primero viajamos al Hospital Real, por precaución. Mi hermana y yo te vimos sin conocimiento, de nuevo, y trasladado por tres hadas médicas, y Lía no hacía otra cosa que pedir ayuda para su hijo, para ella misma y para vos. A las cosas que recuperaron ustedes, Oliverio y Lursi – dirigió su vista a los hombres, en tanto dos hadas guardianas volaban raudas al lugar desde el que habían emergido esas seis luces – las trajimos en otro viaje. Eran más importantes las vidas en juego y completar tu desempeño domo partero, Eduardo. Y el momento del fin de esa salida, de la cual continúo insistiendo con que fue suicida, fue cuando te llevaron a la habitación.
_Muy buen desempeño como partero – la corrigió Cristal, que exhibía con orgullo un prendedor con el sello del Consejo SAM. Oficial y legalmente, ya era una profesional de la salud – Las hadas con quienes hablé desde que Lía nos contó como la ayudaste a dar a luz opinaron que hiciste un trabajo excelente. Por eso van a darte la Medalla de la Natividad. Incluso algunas, entre ellas yo, consideramos que podrías presentarte como estudiante, ser médico y… ¿qué les pasa?.
_Creo que esa fue una pregunta innecesaria – dijo con acierto la madre primeriza a su amiga, sonriendo –. ¿No se te ocurre la respuesta?.
La obviedad se palpaba en el aire.
Los hombres, en tanto llegaban al fin a La Fragua, do dejaban de ver a cada lateral, girando la cabeza velozmente.
_Ni se les ocurra. Tienen que descansar y recuperarse – advirtió Isabel. Eduardo volvió a saber lo que era contar con una persona que se preocupara por el, por suerte, a reafirmarlo. Y Kevin descubrió que tenía en ella, además de una pariente a futuro, a una amiga –. Se lo merecen y se lo ganaron. Ustedes dos hicieron mucho más de lo que se esperaba, y estamos muy agradecidas. También lo deberían estar haciendo Lursi y Oliverio, que compartieron con ustedes esa salida, y Nadia, que estuvo trabajando sin descanso desde que empezara la catástrofe, pero con lo tercos que son… no se preocupen, Kevin y Eduardo. Dedíquense ahora a recuperar  sus energías, porque ya van a tener tiempo de sobra para ayudar. Nadie les va a reprochar el hecho de que se tomen veinticuatro horas para ustedes, para descansar.
La réplica de su novio no se hizo esperar.
_Pero no me siento bien conmigo mismo ni voy a poder descansar un momento como corresponde, sabiendo que mientras yo  estoy sentado, acostado o durmiendo, para continuar con mi recuperación, cientos de miles, o de millones, en las partes del reino que fueron afectadas(todas), por lo pronto los habitantes de la Ciudad Del Sol, van a estar trabajando a tiempo completo en las reconstrucciones y recuperaciones, cada uno haciendo lo que puede o lo que sabe, hacen falta todos cuantos sean posibles – argumentó, sin esperanzas de que su compañera sentimental cambiara de parecer. Esta vez estaba absolutamente seguro de que eso no iba a ocurrir –. Miren todo esto con detenimiento, por favor – pidió a las hermanas y Lía, que hicieron caso –; ¿qué es lo que ustedes pueden ver? – habían dos hadas del Departamento de Silvicultura, dependiente este organismo del Consejo EMARN, que estaban saneando el terreno en aquel sector donde había estado plantada una palmera –. Toda la población del país, desde la reina Lili para abajo, está contribuyendo con algo… aportando su granito de arena. Lo mismo debe estar pasando en otras partes del continente centrálico. Tomen como ejemplos a Lursi y Nadia. Según lo que ustedes me contaron, apenas se separaron por unos momentos breves desde que terminara el desastre, y Oliverio ya está reunido con su equipo de notables, observando y evaluando los daños en las dependencias de IO dispersas por esta ciudad.
_Eduardo y yo tendríamos que estar trabajando y colaborando con todos esos seres feéricos y elementales, en cualquier cosa que se requiera. Por ejemplo, yo tendría que ir cuando antes al MC-A para saber que se perdió y que no, y escribir un reporte para el Consejo Real – agregó Kevin –. Vamos a necesitar fondos para posibles reparaciones, por si el nuestro, ese que tenemos en reserva, no fuera suficiente – tenía que ponerse como ejemplo para todo el personal de ese mercado central –. Ustedes, Lía e Isabel, también deberían de viajar ya mismo al Plaza Central y ver que está pasando, porque la ayuda también hará falta en el Museo Real de Arqueología y el Consejo de Desarrollo Comunitario y Social. Pero nosotros dos – habló también por Eduardo – deberíamos acompañarlas a casa, cambiarnos e inmediatamente volver a salir, aun sabiendo que Lía y ustedes dos nos lo van a  impedir de alguna manera.
_Claro que no vamos a permitir que salgan – aseguró Isabel, firmemente. Su hermana y su amiga convalidaron esas palabras con gestos faciales –. Requieren de por lo menos otras veinticuatro horas de cero actividad. ¿Piensan acaso que yo no quiero salir a ayudar y reincorporarme a mis obligaciones en el MRA?. Si, también quiero sumarme. Pero primero están ustedes dos. Nos lo pidió la reina. Asegurarnos que no salgan y se tomen su merecido descanso.
_La reina Lili dijo también que tenías que hacerme caso con…, intervino entonces Eduardo, pero su compañera sentimental hizo una interrupción.
_Si, me acuerdo perfectamente de eso. Pero tanto ella como yo creemos que vos ya te adaptaste a nuestro mundo y nuestra sociedad., y que lo que te queda por hacer es continuar aprendiendo. Esta vez no vas a poder escudarte en eso – precisó Isabel –. No es que esté en desacuerdo con tu deseo. No puedo dejar que salgas, y tampoco estoy tratando de ocultar algo que haya allí, que no quiero que veas. Es simplemente que en estos momentos me interesa mucho más que estés cien por ciento recuperado.
_Ustedes dos, Kevin y Eduardo, y estas son palabras con las que coincido por completo, se tienen que restablecer del todo antes de hacer cualquiera otra cosa. Eso queda fuera de toda discusión – intervino Cristal, en tanto Lía volvía a mecer a su primogénito, cantándole una canción de cuna melódica –. Toda la población feérica de la Ciudad Del Sol, especialmente aquellas personas a las que ayudaron y salvaron, están orgullosas de ustedes y nadie les va a pedir otra cosa. Kevin, Eduardo… incluso los “héroes” necesitan descansar, un tiempo para ellos, ¿o no lo creen así?. No se tienen que lamentar por el hecho de no poder estar junto a las cuadrillas de trabajo ni sentirse mal con ustedes mismos – y a la hermana de Isabel se le ocurrió reparar en aquellos métodos de convencimiento, eficaces, y las intenciones del par de hombres, razón por la cual agregó – Mucho me temo que esta vez los mimos y besos no van a funcionar ni dar resultado alguno, así que, por favor, no se molesten en intentarlo.
_¡Carajo!., protestaron Eduardo y Kevin al mismo tiempo, y el trío de mujeres se escandalizó.
El sexo femenino era menos propenso a decir groserías, tanto en público como en privado.



Continúa…



--- Claudio ---

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