viernes, 22 de septiembre de 2017

4.10) Algo que no debería ser como es



_Yo acepto y sin dudarlo – accedió Oliverio, de completa buena gana, cuando los otros dos hombres le comentaron lo del convenio de sangre. Era la primera vez desde que recuperara el conocimiento que el originario de Las Heras compartía la mesa con un individuo de la etnia negra – A las chicas, me refiero a nuestras compañeras sentimentales, les dio excelentes resultados, moral, espiritual y emocionalmente hablando. Gracias a eso no requieren de otra cosa, en realidad nunca lo requirieron, para hacer tal o cual trabajo ene quipo, ni siquiera lo tienen que pensar o meditar. Y en el caso individual, si alguna de ellas llegara a necesitar ayuda puede quedarse tranquila, porque sabe a ciencia cierta que las amigas de sangre, si se las quiere llamar de esa manera, van a estar allí para darle una mano, como puedan y en lo que puedan.
La Consejera de Salud y Asuntos Médicos también había sugerido lo del convenio.
_Esa es una diferencia bastante acentuada y notoria entre los seres feéricos y los humanos – comparó el experto en arqueología submarina, llenando un vaso con ginebra, por segunda vez desde que ocupara la silla, y lamentando con pesar que un cierto número de valores se encontraran, sino perdidos en el tiempo, en lento retroceso. Tan solo permanecían allí unos pocos, que el supiera, que los representaban como era debido. Tal vez allí, era tal cual su reflexión, estuviera la clave del éxito tanto para los grupos como para los individuos –. En el lugar del que provengo, la sangre prácticamente no posee valor alguno y a cada día que pasa, y esto no es nada nuevo en mi especie, se derrama por una o más causas que en su mayoría son innecesarias o carecen de la debida importancia. Se derrama la sangre, a veces más y a veces menos, y los seres humanos pierden la vida. La palabra es un caso distinto, aunque…bueno, digamos que en algunos lugares existen seis o siete personas, sobre un total de diez, que consideran que tiene el mismo valor e idéntica importancia que la firma. Si, son la mayoría y eso es muy bueno  - bebió otro sorbo y encendió un cigarrillo –. Pero, desafortunadamente, en otros lugares, hay un empate a cinco. Casi todas las cosas, desde las menos hasta las más importantes, se efectúan incluyendo la firma. Un contrato, una operación comercial, el permiso para llevar adelante un casamiento… lo que sea. Hay un índice colectivo de desconfianza entre los individuos de mi especie que para mala fortuna se encuentra en aumento y eso, por ejemplo, contribuye a que las áreas con mayor densidad de población, sean más o menos caóticas.
Enumeró y repasó en su memoria durante los (que a el le parecieron) dos minutos que siguieron las ciudades que en su país de nacimiento alcanzaban o superaban el quinto de millón de habitantes, la mayoría situadas en las costas de los ríos De la Plata y Paraná. Lejos estaba el hecho de ser un misterio el origen de ese problema: a mayor cantidad de personas en un determinado lugar, la calidad y las condiciones de vida se deterioraban, generando como consecuencia los descontentos sociales y la saturación de los servicios públicos, entre otros aspectos negativos. Eso podría solucionarse – pensaba el – con inversiones, todo cuanto hiciera falta, para revertir esos efectos negativos y problemas.
_La solución es simple – completó –. Los que tienen las responsabilidades políticas deben por obligación hacer todo lo que sea necesario para resolver esos y otros problemas.
_Entonces, con ese oscuro panorama que les juega en contra, ¿cómo se las arreglan los seres humanos para sobrevivir o sobreponerse de todas sus adversidades? – le preguntó Oliverio, tras haber observado como otro numeroso grupo llegaba a la plaza central desde las alturas –. La reina Lili y Elvia me invitaron unas tres veces, después de que llegaste a la casa de Isabel, a usar el espectador. Echando uno o varios vistazos a esos lugares superpoblados me di cuenta que algunos de ellos son tal cual los definiste, caóticos. Esas ciudades costeras en tu país de nacimiento, y me disculpo si esto te molesta, tienen males que provocan el atraso grupal e individual. Los robos, el bloqueo a los caminos, el incumplimiento de las leyes, la falta de respeto, la censura a los medios informativos, la contaminación ambiental y el acceso con más o menos restricciones al agua, como ejemplos; ¿fue desintegrado el liderazgo, por casualidad?, ¿existe algún respeto por el mando?.
_No me molesta en absoluto, porque la verdad no ofende – indicó Eduardo, moviendo la cabeza de un lado hacia otro. Kevin había llegado en ese momento y el grupo finalmente estuvo completo y reunido. Para el arqueólogo era como retroceder en el tiempo, aunque solo tres o cuatro meses. Ya lo había hecho aquí, prácticamente a diario, pero no con motivo de una festividad. Un grupo de amigos se reunía en  algún espacio público para compartir un trago y disfrutar de un momento ameno. La diferencia radicaba en que en esta oportunidad los otros componentes del grupo no eran seres humanos, sino feéricos, y que vestían prendas que al arqueólogo indudablemente le hacían pensar en la era medieval –. La clave para el éxito y la supervivencia de los seres humanos radica en que los buenos elementos superan por mucho a los malos. Por eso, la responsabilidad, la honradez, la decencia, la solidaridad y el respeto por el otro todavía no caen en el olvido… todavía. ¿Mencionaste el liderazgo, no es así?. La cadena de mando no deja de estar en vigencia. Por lo menos, lo estaba en mi país hasta el día en que salí de el, en Enero. No se como estarán las cosas ahora en ese aspecto. Me imagino que igual.
A pocos segundos de haberse reunido en torno a la mesa, los componentes del grupo hicieron el primer brindis.
Ritual incluido.
Levantaron los vasos en lo alto con la punta de los dedos pulgar e índice de la mano derecha, apuntando al centro de la mesa, y la bajaron en línea recta, lentamente, hasta la altura de la boca. “¡Salud!”, fue la exclamación al unísono, previa a la ingesta del sorbo.
_Deberían en ese caso los seres humanos seguir nuestro ejemplo… si tuvieran conocimiento de la existencia de nuestra especie – sugirió pensativo Lursi, dejando el vaso vacío sobre la mesa –. ¿Te diste cuenta, Eduardo, que en la Ciudad Del Sol u otras partes de Insulandia que ya conociste, no existen los descontentos sociales, la contaminación ambiental ni la crisis demográfica, y que la calidad y el nivel de vida están por las nubes?. Te doy un ejemplo, un evento de nuestra historia. La última vez que los seres feéricos en particular y los elementales en general tuvimos necesidades, especialmente de vivienda y de empleo, fue hace un siglo. Hubo una catástrofe natural enorme de la que todavía quedan vestigios y secuelas, o sea que todavía no nos recuperamos del todo.
_Si las hadas decidiésemos aplicar las mediciones y los índices que acostumbran los seres humanos en sus diversos países, todos los individuos de la especie habrían de pertenecer a la clase alta. No nos hace falta nada de nada – fue la primera intervención del artesano-escultor desde su llegada a la mesa –. Todos los programas y los planes que salen de las oficinas del Consejo de Desarrollo Comunitario y Social tienen un alcance masivo, y muchos continúan en vigencia aun después de que hayan pasado décadas enteras, e incluso puede que más, de haber sido aplicados por primera vez. Y el ingreso anual fijo de los seres feéricos que tienen un empleo en relación de dependencia no es inferior a los ciento veinticinco mil soles, en promedio, y hay rumores de que esa cifra podría aumentar dentro de poco. Lo va a hacer mejor dicho, cuando DCS y el Consejo de Hacienda y Economía aprueben la suba.
_Absolutamente. Por supuesto que tendría que ser así. Pero andá a decirle a algún funcionario público del lugar del que provengo que tiene que moverse y hacer algo, o todo. La mayoría de ellos son la inutilidad, incompetencia, dejadez e inoperancia que se volvieron personas – aseguró el experto en arqueología submarina. Los cuatro hombres estaban pensando en el convenio de sangre, porque la amistad desinteresada, la solidaridad y el compañerismo eran tres de los factores que hubieron de posibilitar la supervivencia de los seres feéricos como equipo, en todos los ámbitos (doméstico, laboral, familiar…), y como individuos –. Este es otro mundo con otra sociedad, de eso no cabe ni la menor duda, y si yo no hubiera quedado atrapado dentro de esa fluctuación en el espacio y el tiempo a mediados de Enero, en este momento estaría… ¡¿qué es eso?!.
A gran altura, tal vez a unos ciento cincuenta metros, y con decisión, aunque a la vez con precaución, dos personas de cada sexo se desplazaban por sobre las copas más altas, emitiendo, gracias a su velocidad y sus auras, estelas de colores café, verde esmeralda, turmalina y una curiosa tonalidad de rojo que el originario de Las Heras no pudo reconocer. Para el, y con la distancia de por medio, se parecía al color que los metales adquirían al empezar la oxidación. El cuarteto de seres feéricos estaba describiendo formas circulares perfectas y ovaladas.



Continúa…



--- CLAUDIO ---

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