Abandonaron la vivienda, cuya reconstrucción
estaba marchando de acuerdo a los planes previstos por su par de residentes,
teniendo como la última visión de ella el arreglo definitivo que habían hecho
en la cerradura en la mañana del día de ayer, después del desayuno, y se
unieron a Cristal y Kevin, que los hubieron de estar esperando bajo la copa de
un árbol. Para los cuatro, el destino inmediato era la puerta espacial.
Eduardo había estado sumamente concentrado
durante gran parte del trayecto desde el par de casas en La Fragua hasta el
castillo, más de las tres cuartas partes, pensando en esa lista con los
numerosos ítems, más de una centena y media, en la que había consignado los factores,
elementos y aspectos socioculturales que eran comunes a las dos especies.
Aquellos que los seres feéricos tomaran de las diferentes civilizaciones y
sociedades de los seres humanos que vinieron, estuvieron y se fueron. Gracias a
ello habían logrado la transculturación, un fenómeno que se daba con la
recepción por parte de un pueblo o grupo social del acervo cultural de otro u
otros, y los que desarrollaran por cuenta propia a lo largo de miles de años de
evolución como sociedad, desconociendo por completo que en un planeta a varias
decenas de millones de años luz, en otra galaxia, había una raza de seres
inteligentes que también los había desarrollado o lo había alguna vez. Como
resultado de la asimilación y el aprendizaje, en este mundo había hoy una
existencia armónica de lo que en un principio le pareció al originario de Las
Heras que eran elementos tomados prestados de la raza humana, incluidas
civilizaciones e imperios de épocas pasadas, como los celtas (principalmente) y
eslavos. “Transculturación y Simultaneidad / Updosevadamvsépt et fef´opivenamto”,
era el título, en ambos idiomas, que había confeccionado el compañero
sentimental de Isabel, el cual incluía aspectos y factores numerados, de no
pocas categorías y rubros – temas médico, política, sociedad, urbanismo,
infraestructura, medio ambiente… –, según un tema en particular. El lapso de cinco
horas y cuarto le había demandado volcar al papel el trabajo recopilado en
semanas, en esa máquina de escribir que había en la sala (hablando de aspectos
comunes), que comenzara con la observación fugaz, al caminar por la playa, de
los juguetes entremezclados con la arena. El trabajo había simplemente
consistido en ver lo que lo rodeaba con detenimiento, hablar con y prestar la
debida atención a los movimientos, cualquiera, que hicieran las hadas, para
reforzar dicho trabajo. De esa manera, después de casi un mes, tuvo en su poder
una lista con aspectos, factores y elementos comunes, por simultaneidad o
transculturación, a la raza dominante de este planeta y las diversas sociedades
humanas de ayer y de hoy, que ascendías a ciento cincuenta.
Continúa…
--- CLAUDIO ---
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