"El Aconcagua"; que unía Retiro con Junín, Villa Mercedes, San Luis, Mendoza y San Juan
Alguien que tenga un piso de treinta años seguramente lo va a recordar. Fue una época por demás grandiosa en que desde las cinco terminales de la Capital Federal salían trenes de larga distancia hacia la mayoría de las capitales proinciales y otras ciudades importantes del interior, eso sin contar los servicios que unían esas grandes ciudades sin psar por la Capital federal, como "El Panamericano", que saliendo desde San miguel de Tucumán llegaba incluso a la cpaital boliviana, o el que iba de la ciudad de santa fe a la de Resistencia.
Fue una época en la que los trenes llegaban a casi todas partes, con algunos aspectos a favor y otros en contra, competían con avioens y micros para ver cual era más cómodo y beneficioso para el usuario... y su bolsillo.
A ese respecto recomiendo el artículo específico de la etiqueta "Ferrocarriles",de este mismo blog.
Además, había encanto y "magia" con estos servicios ferroviarios de larga distancia. Se podía socializar con la gente, disfrutar de la variedad de paisajes a través de la ventanilla y beneficiarse con comodidades como los coches-cine, las pistas de baile y los camarotes, en algunas formaciones "de lujo", de las que el principal exponente fue el "Expreso Libertador", del FCGSM, que unía Retiro con la capital mendocina.
Todos esos lujos y beneficios y otros más se perdieron en el tiempo por culpa de la desidia, la inutilidad, la traición y la dejadez de la clase dirigente y los sindicalistas cómplices que no vacilaron en agachar la cabeza perjudicando a sus dirigidos, a decenas de miles de ellos, con tal de seguir recibiendo los "favores oficiales".
Hoy, vías oxidadas, durmientes podridos y estaciones y otras instalaciones abandonadas dominan todos los paisajes, en tanto que vagones y locomotoras de aquellos servicios de larga distancia son solo fierros viejos dejados a su suerte. Eso en el mejor de los casos.
Hoy quedan tan solo algunos pocos servicios que funcionan para la mierda mal que conectan la CABA con unas pocas ciudades del Interior, y que no son ni la sombra de la sombra de la sombra de aquellos que los precedieron. No se invierte un centavo partido al medio y prácticamente no sonn una opción para viajes de larga distancia.
Resumiendo, los trenes de larga distancia para pasajeros son tal vez uno de los grandes recuerdos del pasado, uno que desafortunadamente no va a volver. Pero entre tanto nos tenemos que conformar con obras más o menos estrambóticas como el "soterramiento" del ramal Once de Septiembre - Moreno, del FCDFS, o el tren de alto rendimiento a Mendoza, o importar los vagones en vez de producirlos en los pocos talleres y otras instalaciones que aún quedan operativas.
--- CLAUDIO ---
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