miércoles, 22 de agosto de 2012

Traición a la patria







Aunque no es el único ámbito donde se produce, si de traición a la patria se habla hay que recurrir indefectiblemente a la política, la cual parece ser desde los tiempos de la Primera Junta de Gobierno Patrio su lugar favorito. Desde que se declarara la independencia el día nueve de Julio de mil ochocientos dieciséis a la fecha, siempre hubo hombres y mujeres  que, apartándose de la ley y buscando de un modo u otro algún tipo de beneficio personal, hicieron a un lado el sentido patriótico y procedieron, entonces, a la traición. Los /as traidores /as a la patria abundan hoy día en la política y para saber quienes son no hay más que hacer que prestar atención a los hechos y palabras de la gente que trabaja en ese ámbito, tanto en los oficialismos como en las oposiciones. Gracias a esos desleales indeseables, la República Argentina es lo que es, un país poco serio y seguro para los inversionistas que tiene elevados porcentajes de delincuencia, desempleo y analfabetismo, entre otros problemas sociales. Por eso, las personas traicioneras a la patria deben ser excluidas de todo circuito sociopolítico existente en la República Argentina, sin importar su nacionalidad, color de piel, creencia o religión, clase social (alta, media o baja), ideología e ideas, el partido político al que pertenezca, el lugar en el que viva su género sexual ni su edad. E iniciarles a todos /as esos /as traicioneros /as un juicio por TRAICIÓN A LA PATRIA, que ya mismo tendría que estar tipificada en el Código procesal penal como un delito federal grave.

A continuación, algunas formas de traicionar a la patria:

Alquiler de vientres en el extranjero.

Pretender cambiar o modificar los símbolos patrios.

Prioridad a directivas provenientes del exterior.

Prioridad en la difusión  de ceremonias y festividades foráneas antes que a las locales.

No incluir bailes y danzas nacionales en el programa de televisión que ya se sabe cual es.

Irse de vacaciones al exterior.

Recursos estratégicos (agua, gas, petróleo, telecomunicaciones, energía eléctrica y ferrocarriles) no administrados por el estado.

Operaciones comerciales en dólares en lugar de en pesos, no importa el rubro.

Bastardear el castellano incorporándole palabras en inglés y otros idiomas.

Reescribir la historia para adaptarla según sea necesario.

No respetar la Constitución nacional Argentina.

Los que se van a estudiar y/o trabajar al exterior teniendo oportunidad de hacer esas cosas en Argentina.

Permitir que saqueen nuestros recursos naturales.

No tener un “Día de la Cultura” como feriado en el calendario.

Usar un puesto en la función pública para beneficio personal.

Tener más gusto por (ejemplo) el Hombre Araña y Súperman que por Patoruzú y el “Nene” Montanaro.

Usar referentes externos en materia de política.

Silbar y/o abuchear al Himno Nacional Argentino cuando se están entonando sus gloriosas estrofas.

No recordar como es debido a los próceres.

No recordar como es debido a los veteranos de Malvinas y caídos en combate.

Asumir un cargo en la función pública perteneciendo a un partido político y pasarse a otros inmediatamente después. De aquí proviene el verbo “Borocotear”.





--- CLAUDIO ---

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