viernes, 15 de marzo de 2013

La crisis del castellano








Aunque tal afirmación resulte alarmista, y por qué no extrema, hay que decirla, para que este problema no llegue un adía (a pasar a) mayores y conservar así uno de los aspectos fundamentales y más antiguos de la sociedad y la cultura modernas de la República Argentina: el idioma. No fueron, son ni van a ser pocos los esfuerzos por nutrirlo, afortunadamente, pero tampoco lo fueron, son y serán los intentos por deformarlo y, de paso, mancillarlo. Y esto último se da principalmente por cuatro razones.

- Las nuevas tecnologías, específicamente la telefonía celular: A esto ya hice referencia en este blog, en el artículo titulado “Telefonía celular y SMS=Vagancia” . El precio que se paga por ahorrar una determinada suma de dinero, al enviar mensajes de texto en lugar de mantener una conversación con otra persona, es una degradación gradual del idioma castellano. Una letra que suene igual a otra puede ser reemplazada por aquella (S por Z y QU por K, como ejemplos), creando errores u horrores de ortografía al redactar el mensaje. Puede ser tan perjudicial como los nemotécnicos que surgen a raíz del mismo intento de ahorrar unos cuantos centavos: una palabra resulta de la combinación de dos o más.

- Los /as mediáticos /as televisivos /as y cualquiera que haga del escándalo en la pantalla chica su modo de vida: Tienen un lenguaje y un léxico francamente vulgares y limitados. No hablo de insultos ni nada parecido, sino de la forma en que se expresan cada vez que se les da un momento frente a las cámaras. La mayoría de las cosas que sale de las bocas de estas personas suele estar impregnada de una simpleza que bordea lo indigno, chabacanería, palabras inventadas por ellos mismos que desconoce el noventa por ciento o más de la gente e imbecilidades de cualquier tipo que poco o nada contribuyen al desarrollo y fortalecimiento del castellano. Más bien, todo lo contrario: lo mancillan y avasallan, y eso desde ya que va a ser malo.
A este respecto sería bueno en la televisión reemplazar dos mediáticos /as por cuatro expertos en tal o cual ciencia.

- Palabras en inglés (u otros idiomas, llegado el caso): La inclusión cada vez mayor en la vida cotidiana de palabras inglesas hace que nuestro idioma se vea perjudicado. En los diversos medios de comunicación, carteles y letreros en la vía pública y comercios, en los ámbitos empresariales y laborales en general, eventos sociales de cualquier tipo y anuncios en sitios de Internet  en castellano hacen que, a veces, sea un incordio poder entender lo que se quiere anunciar. ¿Qué les cuesta a quienes se refieren por oral o por escrito, decir “acoso escolar” en vez de “Bullying”, o “mercadotecnia” en vez de “marketing”, por ejemplo?. No debe ser nada difícil, y llevando este postulado de la teoría a la práctica vamos a salvar uno de los aspectos más importantes de nuestra sociedad (según mi pensamiento, una base de nuestro entendimiento): el idioma.

- La asignatura “Lengua y Literatura” en el programa escolar: El tiempo que se le dedica cada semana no es el suficiente, como tampoco lo es su contenido. En una sola materia está comprendida la literatura, la gramática y el lenguaje, y los temas de estudio no son todo lo exigentes que deberían ser. Se leen, por ejemplo, pocos libros a lo largo del año escolar, el análisis de texto correspondiente es flojo y el desarrollo de los contenidos gramaticales es poco o nada desarrollado, complejo y, lo dicho, exigente. Hay que separar la asignatura en tres (Gramática, Lenguaje y Literatura) y llevar a por lo menos el doble la calidad y la cantidad del contenido en cada una, para salvar el idioma.

Tenemos que evitar que el castellano siga cayendo en esta degeneración gradual a la que está siendo sometido, que por supuesto no es solamente consecuencia de esos cuatro factores (son los principales, pero no los únicos). No se como, porque lejos estoy de ser un erudito en esta materia, me limito nada más que a hacer la exposición del problema, con la esperanza de que entre quienes lo vayan a leer me puedan ayudar y orientar acerca de la respuesta al planteo. Estoy convencido de que si todos ponemos nuestro granito de arena vamos a (poder) revertir esta situación.

¿Qué creen ustedes que se podría hacer para fortalecer al idioma castellano?.




--- CLAUDIO ---

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