Sabiendo que el Área Metropolitana de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores constituyen una región densamente poblada se debería hacer algo con carácter de urgente. Al menos la tercera parte de la población del país reunida en un área de menos de cuatro mil kilómetros cuadrados es, por supuesto, algo para preocuparse, en todos los aspectos. Infraestructura, vivienda, salud, educación, transporte y otros. Tal vez haya sido el gran error de Juan Perón durante su primer mandato, cuando decidiera transformar la Capital Federal y sus alrededores en urbes metropolitanas. Al principio no se notaron los cambios, pero con el correr de los años aquellos empezaron a ser más graves, y todo el sistema estuvo saturado y colapsado, además de acarrear problemas adicionales, como daños en el medio ambiente, la ecología y la calidad de vida.
Uno
de los principales aspectos afectados por aquella decisión de Perón fue
el transporte para pasajeros, específicamente los ferrocarriles. Más de
sesenta años de inoperancia lograron el atraso en mantenimiento de la
enorme infraestructura y eso, sumado a una cantidad cada vez mayor de
habitantes, provocaron el ya conocido “colapso”. Y por tanto es
necesario hacer algo, porque la situación no da para más: saturación,
hechos varios de inseguridad, cancelaciones, atrasos, infraestructura
poco adecuada, cuando no obsoleta, falta del personal suficiente, falta
de centros de trasbordo adecuados, en calidad y cantidad, con otros
transportes, etcétera.
La
idea sería que, invirtiendo lo que haga falta, se reactivaran y
pusieran en operaciones todos y cada uno de los ramales ferroviarios en
la Capital federal, el Conurbano Bonaerense y lugares que rodean a
este, como La Plata , San Vicente, Mercedes, Marcos Paz y Pilar. Y
reordenar los ramales de manera tal que las principales estaciones se
conviertan en los centros de transferencia del Conurbano (La Plata,
Temperley, González Catán, Pilar…). Haciendo eso y reactivando los
ramales, además, aumentarían el empleo directo y el indirecto en el
sector ferroviario y las inversiones públicas, privadas y mixtas en
todos los municipios y estos se desarrollarían, incrementando la calidad
de vida y la oferta de las personas a la hora de viajar. A mi juicio,
es mejor eso que emplear miles de millones del presupuesto en trenes de
alta velocidad a Rosario, Córdoba y Mar del Plata o el soterramiento del
ramal Once de Septiembre – Moreno y , a mi entender también, el croquis
de ramales, con sus respectivas estaciones, debería quedar de la
siguiente manera:
Belgrano Norte: Un servicio.
Retiro – Villa Rosa, más ampliación a Almirante Irízar.
Belgrano Sur: Ocho servicios.
Buenos Aires – Marcos Paz
Marcos Paz – Mercedes
Marcos Paz –Navarro
González Catan – La Plata
La Plata – Coronel Brandsen
La Plata – Avellaneda
Puente Alsina – Libertad
Libertad – Plomer
Mitre: Siete servicios.
Retiro – Bartolomé Mitre
Retiro – José León Suárez
Retiro – Tigre
José León Suárez – Escobar
Victoria – Zelaya
Escobar – Zárate
Ingeniero Maschwitz – Dique Luján
Roca: Doce servicios.
Constitución – La Plata
La Plata – Río Santiago
Constitución – Temperley
Temperley - Berazategui
Temperley – Villa Elisa
Temperley – Coronel Brandsen
Temperley – Cañuelas
Temperley – Haedo
Cañuelas – Empalme Lobos
Coronel Brandsen – Ringuelet
Villa Elisa – Punta Lara
La Plata – Magdalena
San martín: Dos servicios.
Retiro – Pilar
Pilar – Mercedes
Sarmiento: Cuatro servicios.
Once de Septiembre – Moreno
Moreno – Mercedes
Merlo – Lobos
Merlo – Puerto madero
Urquiza: Cuatro servicios.
Federico Lacroze – General Lemos
Federico Lacroze – Pilar
Pilar – Zárate
Pilar – Santa Coloma
Con
este sistema debería, además, incluirse los principales servicios
ferroviarios a los lugares más poblados fuera del área metropolitana, en
calidad de servicios “interurbanos” dada la cercanía con el área antes
mencionada, como por ejemplo Bragado, Pergamino, Junín y Olavaria.
--- CLAUDIO ---
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