lunes, 16 de noviembre de 2015

Los caballeros de plata


¿Por qué será que a los caballeros de plata nunca se les dio ni se les da el crédito que merecen en algunas de las series de televisión que conforman el animé Saint Seiya, o, como se lo conoce en esta parte del mundo, “Los caballeros del zodíaco”. Si observamos bien, apenas unos pocos de ellos tienen participaciones recurrentes a medida que la historia avanza, desde que Seiya derrota a Casio, ganando con ello la armadura de bronce de Pegaso (al inicio del episodio G) hasta que el dios Saturno decide perdonarle la vida a toda la humanidad (omega, episodio 97), un total de 241 capítulos. Repasando los episodios originales (113 en 3 historias: Santuario, Asgard y Poseidón), vemos que si de caballeros de plata se trata apenas destacan Shaina de Ofiuco y Marín de Águila.
La primera de ellas, mujeres las dos, es la rival eterna de la segunda, y viceversa. Shaina se vuelve rival de Seiya y compañía luego de que aquel dejara en vergüenza a ella misma y a su discípulo, Casio, frente al Patriarca del Santuario y todos cuantos estuvieron observando la batalla final, cuyo ganador se llevaba como premio la armadura de bronce de Pegaso. Conforme avanza la serie, Shaina va cambiando de bando, al de Seiya y compañía, y durante la saga de Poseidón la vemos protagonizar un combate contra Tetis de Sirena Menor, en lo que para mi fueron dos mujerones peleando entre si. Eso fue, de hecho, si se repara en el atractivo físico de ambas. Después, en la saga de Hades, Shaina empieza a perder protagonismo y se le encomienda la protección del Santuario, mientras Seiya, Shun, Shiryu, Hyoga e Ikki pelean en el Inframundo. Y ese protagonismo ya no es tal en la serie Omega. No lo es para ninguno de los personajes centrales, de hecho, pero esto es tema para otro artículo.
Marín, por su parte,  fue la entrenadora de Seiya y su participación fue activa en el Santuario, Asgard y Poseidón, interviniendo incluso en alguna que otra batalla contra sus colegas caballeros de plata, como Misty (el puto ese con que peleó Seiya en el episodio 23)  y Asterión, y de paso en la cruzada de su antiguo alumno por defender a Saori Kido, quien durante el ataque de Babel, caballero de plata de centauro, descubre que es la reencarnación de la diosa Atenea.  Ese fue y sigue siendo, a mi juicio, uno de los momentos más importantes, atrapantes e interesantes de los 144 capítulos iniciales (Santuario, Asgard, Poseidón) y la saga de Hades. En esta, su protagonismo, como el de Shaina, decae, aunque cobra cierta trascendencia al final, cuando aparece a las puertas de un templo escoltando a la hermana de Seiya, a quien este estuvo buscando por tantos años. Y esto, de verdad, merece otro artículo en forma exclusiva,  el cual voy a empezar a escribir de un momento a otro, porque creí, como imagino que habrán hecho todos /as los /as fanáticos /as, admiradores /as y seguidores /as de “los caballeros del zodíaco”, que la hermana de Seiya era Marín misma, y que había llegado varios años antes al Santuario para asegurarse de que su hermano menor  no tuviera problemas en convertirse en caballero. Marín no aparece en las dos temporadas que conforman la serie omega (Marte, episodios 1 al 51, y Saturno, episodios 52 al 97), y su armadura es legada a Yuna, la mujer que acompaña a Koga (Pegaso), Soma (León Menor), Haruto (Lobo), Ryuho (Dragón) y Edén (Orión), los nuevos caballeros de bronce y protagonistas de la serie Omega, lo cual indica, si se quiere llamarlo así, un descenso de categoría en la armadura de Águila.
El resto de los caballeros de plata, como dije, tuvo participaciones menores, apareciendo casi todos en no más de 2 0 3 capítulos y habiendo figurado la mayoría solamente para la batalla. Apenas destacaron unos pocos, como por ejemplo Babel, para que Saori despertara su otro yo (la reencarnación de Atenea); Cristal de Aurora Boreal, quien fuera el entrenador de Hyoga y que fallece en un combate contra su propio alumno (no, no rea que Hyoga fuese un hijo de puta, lo que pasó fue que Cristal estaba bajo el influjo maligno de Saga, el caballero dorado de Géminis, y su alumno no tuvo más remedio que matarlo). También estuvo Argol, caballero de plata de Perseo (el hijo de este lo reemplaza en la temporada 1 de Omega), por cuya causa Shiryu tuvo que picarse los ojos, para así no caer víctima del escudo de Argol, que al tener la cara de Medusa estampada en el podría convertir en piedra a sus oponentes. Luego Ágora y Sheeva, caballeros de Loto y Pavo Real respectivamente, ambos discípulos de SHaka de Virgo, tan poderosos que solo Ikki tuvo la fuerza necesaria para vencerlos. Orfeo de Lira fue el último de los caballeros de plata en aparecer, durante las batallas en el Inframundo, incorporando a la historia el mito griego de Orfeo y Eurídice, con esta última atrapada en los dominios de Hades y su amado, quien sacrifica su vida para estar junto a ella. Hacia el final consigue rescatarla, pero cuando están saliendo del Inframundo les advierten que en ningún momento tienen que mirar hacia atrás  y ¿qué pasa, entonces?, Eurídice desobedece y como resultado termina convirtiéndose en un pilar de sal, cerca de la salida (¿Sodoma en llamas?, ¿Lot y su familia escapando, advertidos de no voltear para ver?, ¿la mujer de Lot no hace caso y se convierte en piedra?... gran parecido entre ambos mitos) y Orfeo muere intentando salvarla.
Lo dicho, es una injusticia lo hecho con los caballeros de plata. Siendo el punto intermedio entre los de bronce y los de oro, en cuanto a su fuerza física y lo resistentes que son sus armaduras, tendrían que haber podido contar con participaciones más relevantes que aportaran a las diferentes historias (Santuario, Asgard, Poseidón, Hades y Omega), y no solo una o dos batallas y entonces al otro mundo. Se los presentó para combatir y fueron cayendo uno por uno sin pena ni gloria, apenas causando un dolor de cabeza a Atenea y sus caballeros y heridas que se recuperaron en lapsos de tiempo más bien cortos.

Y esa injusticia, creo, se puede reparar. 

No hace mucho salió una nueva serie titulada “Alma de Oro”, de trece capítulos, en la que los protagonistas no son otros que los doce caballeros dorados originales (Mú, Aldebarán, Saga, Máscara de Muerte, Aioria, Shaka, Dohko, Milo, Aioros, Shura, Camus y Afrodita), los cuales reviven en Asgard porque Odín los necesitaba para poder detener los malévolos planes de Loki. Mi planteo es el siguiente: ¿Por qué los cerebros detrás de Saint Seiya /Caballeros del zodíaco no hacen alguna vez una serie en la que los protagonistas exclusivos (en Alma de Oro no hubo nada de oro ni de plata) sean los caballeros de plata, y vemos allí a Marín, Shaina, el puto ese de Misty, Cristal, Argol, Sheeva, Ágora, Orfeo y los demás?. Son más, numéricamente hablando, que los de oro, y definitivamente más que los de bronce. Si consideramos que  de las 88 constelaciones hay doce de oro y diez de bronce, restan 66 para las de plata, así que con esa cantidad no sería de extrañar que el número de personajes logre convertirse en un gran atractivo en esta potencial serie, si es que algún día se realiza.

Aquí, la lista con los caballeros de plata y sus constelaciones. Al menos, los que recuerdo. No busqué información en Wikipedia u otras páginas para escribir este artículo:
Ágora: Loto.
Albiore: Cefeo.
Algheti: Hércules.
Argol: Perseo.
Asterión: Perros de caza.
Babel: Centauro.
Capella: Auriga.
Dante: Cerbero.
Dio: Mosca.
Jamian: Cuervo.
Marín: Águila.
Misty: Lagarto.
Moses: Ballena.
Orfeo: Lira.
Tramy: Flecha.
Shaina: Ofiuco.

Sheeva: Pavo Real.
Sirius: Can Mayor.

Para resumir…


¡¡¡ DEMOS A LOS CABALLEROS DE PLATA EL LUGAR QUE CON JUSTICIA SE MERECEN!!!




--- CLAUDIO ---

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