viernes, 19 de junio de 2015

Equilibrio entre emociones



Emociones encontrdas

A este propósito se podría decir innumerables cosas, pero únicamente me voy a concentrar en una, procurando que en algún momento vaya a resultar de ayuda tanto para cualquiera que vaya a leer este artículo como para mi mismo.


No hay que ser ningún experto para saber que no se puede vivir lleno de sensacionales y pensamientos negativos, ni amargarse constantemente por cualquier cosa, sobre todo si es una pelotudez cosa que no tiene importancia. Se dice, y esto es algo con lo que yo coincido en un cien  por ciento,  que hay que pensar en positivo y en alegre para, justamente, poder superar esos malos momentos que vayan surgiendo e todos los aspectos de nuestra vida, como, quizás los más importantes, las relaciones interpersonales en nuestra familia y nuestro trabajo.   "Al mal tiempo, buena cara" y "hallar el lado positivo" son dos frases que se ajusta perfectamente a estas situaciones, y sería bueno, además de conveniente e grado extremo, llevarlas a la práctica cada vez que experimentemos (viendo, escuchando, leyendo, viviendo o lo que sea) algo que o es de nuestro agrado y que nos afecta y hace mal de uno u otro modo.

Y hasta allí mi coincidencia respecto a esforzarse por no estar triste, apagado, deprimido...

Esto es algo que desarrollé con el paso del tiempo en base a experiencias y situaciones que me tocó vivir directa e indirectamente, y por tanto constituye algo estrictamente personal. es verdad que o se puede vivir pensando en lo malo, lo triste y lo negativo, pero tampoco se pueden llevar las emociones y los sentimientos al extremo opuesto, a lo bueno, lo alegre y lo positivo. En ninguno de los dos casos es recomendable llegar al extremo, o algo que a este se aproxime.
Supongamos que los casos están ubicados en una escala numerada entre el cero y el cien, en que el cero es el extremo malo, triste y negativo, y el cien el bueno, alegre y positivo. Pues bien, en ese caso para mi lo recomendable es ir oscilando, no quedarse estático todo el tiempo, según la situación lo amerite, entre el 16 o el 17, y el 84 o el 85, porque por fuera de esa franja se corre el riesgo de entrar e la zona de peligro (0 a 15-16 y 84-85 a 100) y exponerse a los "tan temidos extremos". Dentro del más bajo se está cerca de volverse un desastre de persona debido  la exposición  estas emociones que no resultan gratas, en tanto que cerca del otro polo, o directamente en este, la persona puede volverse e extremo idiota, estando andando e el ya clásico mar de color rosa.

Hay que tratar de hallar esa convivencia armónica entre los opuestos, como el amor y el odio, la alegría y la tristeza, la calma y la furia y la serenidad y la ansiedad, para que podamos estar mejor con nosotros mismos, con nuestras emociones y sentimientos en perfecto orden (equilibrio). Hagamos el intento y es probable que empecemos a disfrutar los efectos de un momento a otro.



--- CLAUDIO ---

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