Lo que podemos ver en esta
fotografía tal vez sea uno de los exponentes más notorios sobre lo que es estar
al recontra pedo tener tiempo de sobra, seguramente no unos minutos nada
más. Podemos ver como esta señorita,
quizás en los instantes previos a darse un baño, decide disfrazarse y posar
para un autorretrato, o para que alguien la retratara así y en esa pose.
Una de las tantas tribus urbanas
que abundan es la de los “cosplayers”: hombres y mujeres generalmente jóvenes
con muy poco o ningún sentido del ridículo que para un determinado momento,
como convenciones y encuentros entre amigos, se disfrazan siguiendo una
preferencia en particular, de tal o cual personaje de las historietas y cómics,
programas de televisión, dibujos animados, películas y eso. Dentro de esta
tribu urbana también existen quienes van más allá de los cánones por ellos
establecidos y optan por caracterizaciones (disfraces) que tienen nada de “conservador”
y todo de “original”, y es en este punto que volvemos a lo de la señorita – muy hermosa, por lo que se ve en la foto –
que en un rapto de originalidad, y aprovechando ese tiempo de sobra, decidió
disfrazarse de algo que sin dudas es de todo menos convencional. Podemos ver
que se puso alrededor del cuerpo una plancha de cartón, dejando visibles únicamente
las piernas, las manos y la cabeza, que simula ser aquel gráfico de distorsión,
o de censura, que se pone en las escenas de desnudos que en otros tiempos, y
por qué no también en la actualidad, aparecían en los canales de televisión.
Aquello supuestamente era ( y es) una manera de cubrir los desnudos, por si
hubiera frente a la pantalla , en ese momento, menores de edad o uno o más de
esos pelotudos que se horrorizan por la moral y las buenas costumbres , los que
de seguro se escandalizarían al ver a una persona completamente en bolas
desnuda apareciendo ante las cámaras, ya sea en vivo y en directo o a través de
fotografías y/o videos.
La señorita de la foto – o señora,
que carajo se yo cual será su estado civil – evidentemente, lo dicho antes,
decidió emplear ese tiempo de sobra que poseía antes de bañarse, para
disfrazarse de esta manera, retratarse o pedir que lo hicieran por ella y luego
publicar la foto en la red, para darse a
conocer y que la gente opine a favor o en contra de dicha imagen. Habrá, como
en cualquier otra cosa, opiniones a favor o en contra, reacciones de las más
diversas, la mayoría vinculadas al lado gracioso, y quienes, con eso, lo tomen
como algo más o menos divertido o, como dije, original. Y ese es mi caso, el de
opinar que es justamente esas dos cosas: original y divertido.
--- CLAUDIO ---

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