miércoles, 13 de noviembre de 2013

Como reconocer a un pelotudo

Presentado por la Agrupación para la Liberación, Defensa y Organización de los PElotudos (A.L.D.O.PE.) y el ingeniro Edgardo Marín




Están entre nosotros, son parte de nuestro entorno, de nuestro día a día. Están cada vez más enquistados en la sociedad, y van por más. Pero no son invencibles, ni tampoco invisibles. Con la debida información, usted puede descubrir a un pelotudo y mostrarle su verdadero rostro al mundo, para que se haga justicia.

Preste atención a los siguientes tips, son fundamentales para desenmascarar a esta plaga:

1. Los ídolos: se los suele diferenciar de los seres humanos normales cuando hacen uso de frases como "Ricardo Fort la hizo re bien".

No es necesario que el idolatrado sea un pelotudo en sí mismo, la cuestión está en el sentido común: un tipo que tiene un tatuaje de Phil Collins en el omóplato es un soberano pelotudo, no así el ex baterista.



2. Los clichés: el pelotudo no se pierde un solo día de lluvia para decir "qué lindo día para hacer cucharita". Lo dice en vivo, lo tuitea, lo pone en Facebook. Porque, ante todo, el pelotudo ama retransmitir su pelotudez.


3. La minimización de las verdades: uno le dice "La TV dijo que iba a estar soleado y llovieron rieles de punta. Hay que ajusticiarlo", y el pelotudo contesta "Sí, puede ser". Puede ser no, pelotudo, ES ASÍ. Al pelotudo le encanta dejar un manto de duda, siendo que lo único que no está en duda es su pelotudez.


4. La duda: el pelotudo cree en los comerciales de Llame Ya!. Sabe que es un choreo y que gastar dinero en una cruz hecha con supuestas rocas provenientes de la tumba de Cristo es, cuanto menos, una imbecilidad; pero duda, porque la mitad de su intelecto le indica que es una oportunidad única y que la verdadera boludez sería no aprovecharla. Gente como esa, la gente pelotuda, es la responsable de aberraciones tales como la moda palermitana de usar bigote teniendo menos de 60 años y sin ser cabo de la bonaerense.


5. Escuchar reggaetón a volúmenes insólitos en autos tuneados: todos sabemos que esa es una característica propia del pitocorto irredento, pero el hecho de la demostración manifiesta de la pitocortez es un claro sinónimo de pelotudez incurable. Somos muchos pitocortos que no andamos por la vida informándolo en cada uno de nuestros actos. Bueno, con esta frase estaría incurriendo en una flagrante contradicción, pero me la fuman en pipa, carajo. Cuidado con este pelotudo en particular: es el mismo que manda BAILA TYSON al 13013.



6. Maniobras distractivas: el pelotudo más flagrante es aquél que intenta desviar la atención y se ríe de alguien que lo supera en todos y cada uno de los aspectos de su vida. El ejemplo más famoso: el que acusa a Marley de ser un boludo.


A ver si entienden: el tipo le dio 7 vueltas al mundo, ganó fortunas, hace años que hace lo que se le canta el ocote y sólo a cambio de tartamudear un poco y comerse un bicho cada tanto. ¿Eso es ser un boludo? Aquí, el que queda en evidencia es el pelotudo, que trabaja 9 horas por día en una oficina por dos mangos, viaja enlatado en el omnibus y dice que el pelotudo es Marley. Será de Diós.


Sea parte de un mundo mejor: descubrir, desenmascarar y exterminar al pelotudo es una tarea de todos.

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