_Pensé
que este encuentro iba a ser en otro lugar, mejor protegido y desconocido para
casi todos, tomando en cuenta lo que vamos a hacer – fue lo primero que dijo
Eduardo, ocupando el mismo sofá que Lidia –. Esto es demasiado obvio.
Había
una quincena de hadas reunidas allí. Aparte de los convocados, estaban los
reyes y un experto altamente calificado de la COMDE, quien había estado a cargo
de todos los estudios y tareas con las urnas y su contenido.
_Precisamente
por eso estamos acá, en esta oficina – indicó el rey – El último lugar en el
que repararían los ilios.
Los
monarcas les explicaron que cada uno de los individuos que estuvieron
trabajando los últimos días concluyeron que sus enemigos harían hasta lo
imposible por recuperar esas urnas y su valioso contenido, aunque ahora les
fuera casi imposible, dado que habían perdido su capacidad ofensiva. Intentaron
ponerse en el lugar y la mente de los ilios, y al hacerlo pensaron que las
mejores opciones eran lugares recónditos, secretos, desconocidos para la
mayoría de los seres feéricos y elementales y, por supuesto, excelentemente
protegidos. Tendrían que pensar en otra cosa, en algo que fuera obvio.
_En
el último lugar en que repararía los ilios., finalizó la reina, explicando acto
seguido que la oficina estaba temporalmente protegida por los mismos hechizos
que las estructuras en los lugares grandiosos, lo que la volvería completamente
invulnerable a cualquier ataque.
Esa
protección se levantaría no bien hubiera terminado esta reunión.
_Es
verdad que miles de ilios morirían para que apenas cuatro o cinco pudiesen
entrar al predio del castillo, sobre todo después del ataque masivo – dijo el
experto de la COMDE, en tanto los reyes ponían sobre el escritorio algunas
carpetas, expedientes y las urnas –, pero es mejor no correr riesgos.
_Akmi,
Lina y Kevin – llamó la reina de Insulandia, tomando uno de los archivos y
separándolo del resto. Los tres Cuidadores, uno de ellos con más de un año de
experiencia y los otros más bien recientes, dispusieron su atención –. Vamos a
empezar con ustedes, ¿si?. Su caso, la tarea que les depara el futuro
inmediato, es definitivamente más sencilla para comprender, y por lo tanto de
llevar a la práctica. Mientras más rápido se puedan ocupar de ella y
terminarla, mejor para ustedes, para todos cuantos estamos acá ahora y para
todo el mundo. Se trata de un peligro muy grande, uno con letras mayúsculas, y
ustedes tres son los indicados para hacerle frente - finalizó
diciendo –. Si nos guiamos por lo que hicieron en Bagme y Yoine, cuando
estuvieron al frente con Jule e Imeleuq, esta nueva tarea no les va a demandar
más de… no se, digamos que si la tuvieran que empezar hoy a las catorce horas
de hoy estarían de vuelta no después de las veinte.
Los
Cuidadores aceptaron la encomienda, pensando que podría tratarse de otra
batalla. Si estaban juntos y obraban como un equipo, tal como lo hicieran en el
cementerio y la cordillera, tendrían el triunfo al alcance de la mano.
_Básicamente,
se trata de un enfrentamiento, de otro, y probablemente, sino el último, uno de
los últimos – agregó el rey Elías, abriendo el legajo. Eran los resultados de
otra serie de interrogatorios, a juzgar por la etiqueta en la cara interna de
la portada y el título en la primera página – Confirmamos que hay un nuevo
monstruo que todavía no entra en acción, igual de poderosos que ustedes cuatro
– dirigió una mirada fugaz a los hermanos, que escuchaban atentos, pues no
conocían esta información –, pero sin los principios, códigos ni valores que
los hicieron comprender que era lo correcto, que estaba bien y que no. Supimos
que nuestros enemigos admitieron un error con eso y esta vez se aseguraron de
no cometerlo. Ahora quiero saber si ustedes tres están dispuestos y listos para
esta peligrosa encomienda – dirigió la mirada a los Cuidadores y los llamó por
sus nombres –. ¿Kevin?.
_Lo
estoy., se comprometió el Cuidador de la Casa de la Magia.
_¿Lina?:
_Cien
por ciento lista., aseguró la dama al frente de la Morada de la Flora.
_¿Akmi?.
_Acepto
este nuevo reto., se ofreció el jefe de la Morada de la Fauna.
_Pues
siendo así las cosas, vamos a empezar con esto, porque el tiempo continúa sin
sobrarnos – quiso la reina Lili, invitando a la totalidad del grupo a acortar
la distancia al escritorio, insistiendo con que el trío de protagonistas de
esta expedición estuvieran más adelante que los demás, ya que era su
responsabilidad y debían prestar definitivamente más atención que sus colegas y
los hermanos –. Igual que antes, les tenemos que pedir que nos e vayan a
confiar, que no subestimen a su enemigo, y que peleen desde el principio con
todas sus fuerzas. Este no es un oponente ordinario y mientras más precauciones
tomen, mejor.
_Ustedes
tres estuvieron en Bagme y Yoine, y con eso pueden hacerse una idea de a qué se
van a enfrentar. Es cierto que este enemigo e igual de poderoso que Jule e
Imeleuq – aportó el experto de la COMDE, indicando que tendrían que leer esa
documentación. Eso era esencial para comprender gran parte de este trabajo –
pero al mismo tiempo es otra cosa, y les tengo que pedir que se olviden de
razonar con su futuro oponente, porque eso va a ser imposible. Como dijo la
reina, este no es un enemigo ordinario, y no hay rastros de seres feéricos en
su composición.
Akmi,
Keivn y Lina hicieron gestos para dar a entender que estaban de acuerdo con
esos consejos.
_Vamos
a empezar con este archivo., indicó el rey, y ubicó el legajo de manera que los
tres Cuidadores y los demás pudieran leer el contenido.
Había
en el rótulo indicaciones sobre aquel, y las firmas de los responsables, entre
estos el monarca y el experto ahora en la oficina. “Empezamos”, dijeron los
Cuidadores al unísono.
Eran,
en efecto, los resultados detallados de los interrogatorios a unos pocos ilios
sobrevivientes, once de setenta, de un ataque que tuviera lugar en Florentia
menos de dos días atrás, en el que más de diez centenas de individuos de esa
raza fueron eliminados por un equipo en el que interactuaron hadas con
vampiros, ornímodos y nagas. Entre aquellos que consiguieron vivir para ver
otro día, porque los vencedores los pudieron detener antes que hubieran tenido
tiempo para escapar o quitarse la vida, se encontraron once individuos de alto
rango en la cadena de mando del continente florentino, responsable cada uno de
ellos de la planificación tan cuidadosa y posterior creación de ese cuarteto de
entes en los que hubieron de depositar una buena parte de sus esperanzas y
posibilidades para este enfrentamiento bélico que, sabían, era el definitivo.
Fueron, de hecho, los mismos once que “crearon” en secreto a Jule, Taknu, Dalia
e Imeleuq, ocultando tal obra incluso a sus iguales y superiores, los que
seguían libres. Los mismos ilios que, a consecuencia de esas razones mucho más
que obvias, habían abandonado sin demorar un instante el laboratorio en el que
estuvieran trabajando, no bien tomaron conocimiento de ese catastrófico fracaso
que sufrieron, y de los recursos y tiempo que desperdiciaron. Sus cuatro
primeras creaciones hicieron exactamente lo contrario de lo que se suponía que
debían hacer, de esa única e imperativa tarea que les dieran los ilios. No solo
no impidieron que esos enemigos poderosos, entre quienes estuvieron los ocho
Cuidadores, tomaran las urnas, sino que además prestaron su ayuda incondicional
para eso y, luego, terminaron por unírseles. Los once jerarcas ilios se
marcharon sin dejar rastros – aterrados, supieron que sus creaciones irían tras
ellos para borrarlos del mapa, ahora que se habían puesto del lado de las hadas
– y ocultaron a buen resguardo en algún lugar del continente florentino,
habiéndose llevado con ellos el único objeto, el que consideraron por lejos el
más valioso e importante para su causa: la fórmula con que unos días antes
crearan a Imeleuq, Dalia, Taknu y Jule, y los elementos necesarios para el
surgimiento de un quinto, y esta vez estuvieron absolutamente decididos a no
cometer ese error que acabara por conducirlos al catastrófico fracaso. Esta vez
se aseguraron de concebir un monstruo puro y perfecto, igual de
poderosos, pero sin conferirle la mente propia ni, por consiguiente, las
capacidades de pensar, razonar, sentir ni decidir por si mismo. Sería un
esclavo cien por ciento leal, un “autómata”, que no haría otra cosa que cumplir
a rajatabla cualquier orden que le fuera impartida por uno o más de sus
creadores, y lo haría hasta el momento de su destrucción, algo que quizás, si
se cumplían los deseos de esa oncena, no ocurriera, porque iba a ser muy
resistente al daño y extremadamente fuerte. Los once científicos ilios (eso
daría lugar a una consternación, pues ellos renegaban de la ciencia, al
considerarla como algo maligno. Al menos, se sostenía esa postura para la
plebe) comprendieron que tendrían muy poco o nada para preocuparse con respecto
a ese proyecto, pues al no tener el monstruo una mente propia haría sus tareas
encontrándose totalmente libre de esos impedimentos morales y principios que
hicieron que los otros cuatro replantearan su situación y su misión.
_El
último intento, el último monstruo – sentenció el rey Elías –. La información
que recopilamos indica que los ilios ya no disponen de elementos y materia
prima para fabricar otros, y considerando la situación que están atravesando no
van a poder conseguir más. Para hacerla corta, con la creación de este monstruo
se juegan la que tal vez sea su carta final. Como saben, con el ataque masivo
anulamos su capacidad para producir los mï-nuqt, uc-nuqt,mint-hu y los otros.
Por todo eso, si falla esto, la causa de los ilios va a estar perdida y su
derrota final va a llegar de un momento a otro – y quiso decir –. Ahora,
continuemos con la lectura de este archivo.
Y
lo hicieron.
Siguiendo
al pie de la letra esa receta, leyéndola varias veces para asegurarse de que no
pasaban por alto ni el detalle más insignificante, pues uno solo de estos sería
eventualmente un desastre, dieron forma a un ser al que dotaron no con el
atributo de los elementos principales de la naturaleza, la materia, la
invisibilidad o la oscuridad, sino con una extraña combinación de las mejores
cualidades que podían ofrecer tres de los reinos naturales: la flora, la fauna
y el fungi. De alguna manera, algo que los interrogadores no pudieron abrir,
porque los únicos tres ilios de los once que lo sabían se quitaron la vida en
un descuido de las hadas, para no revelar la totalidad del secreto, se las
ingeniaron para tomar y encauzar en este nuevo guerrero las mejores
habilidades, cualidades y capacidades de los animales acuáticos, terrestres y
voladores y de las especies de los reinos fungi y vegetal. Habiendo completado
por fin esa parte del procedimiento, la creación del nuevo monstruos desde cero
y sin errores, se convencieron de la posible invencibilidad de su más reciente
obra, y de que incluso podría superar en fuerza y resistencia a las anteriores,
dadas las características con que fuera dotado y su material constitutivo,
consistente este también en los mejores elementos que tanto la flora como la
fauna y el fungi podían ofrecer. Sería muy rápido, muy ágil, muy fuerte y, para
estar aún más seguros de que no bien este nuevo monstruo entrara en acción
demostraría esa invencibilidad, le confirieron además la capacidad para
realizar cierta clase de artes mágicas (otro de los grandes contrasentidos de
los ilios, quienes siempre dijeron despreciar la magia) que eran comunes a las
hadas, la técnica del vuelo, la telequinesia e incluso la capacidad para asumir
múltiples formas naturales, una por cada uno de los elementos que usaran sus
creadores: setenta y cinco del reino fungi, ciento cincuenta del vegetal y
trescientos del animal.
_No
sabemos que aspecto tiene este nuevo monstruo, ni ninguna de sus
características físicas y anatómicas - la reina Lili hizo esta interrupción a
la lectura para señalar algunos de los párrafos, en los que los interrogadores
consignaron las especies a las que recurrieron los ilios -, de manera que eso
es una incógnita, y por lo tanto una de las razones por las que ustedes tres
tienen que extremar todas las precauciones no bien hayan entrado en el
perímetro de ese... laboratorio, por llamarlo de alguna manera - los Cuidadores
aceptaron de buena gana esas palabras -. Creemos que son cinco kilómetros desde
el punto en que está el monstruo.
El
proceso pudo ser completado con éxito y los creadores se limitaron a impartirle
sus instrucciones, la recuperación de las urnas y, fundamentalmente, su
contenido, sin importar lo que tuvieran que hacer para conseguirlo - eliminar a
quien sea y destruir lo que fuera -, pero antes había otra cosa, un problema
urgente que debía resolverse. Entre tanta confusión generada en los últimos
días, lo más probable era que sus enemigos estuvieran con el conocimiento de
ellos y sus planes para la creación de este nuevo año, así como también de su
ubicación exacta, y si eso era correcto los dirigentes políticos y militares del
otro bando enviarían a sus mejores elementos, los combatientes mejor
calificados, a una misión de destrucción. Por lo tanto, el monstruo debía
quedarse donde estaba, en silencio e inmóvil, esperar a que llegaran esos
poderosos oponentes, derrotarlos y eliminarlos uno a uno, porque así no
tendrían ningún problema en la tarea de recuperación. Pocas horas más tarde, no
más de cinco, hubo un gran y violento enfrentamiento en el que se vieron
involucrados mil quinientos ilios por un lado, auxiliados por una docena de
mint-hu, y quinientas hadas y seres elementales por otro. Fueron quince
minutos, y al cabo de ese lapso muchos ilios murieron en combate, otros
doscientos treinta optaron por quitarse la vida, temiendo las consecuencias si
los capturasen (el uso de la legeremancia para obtener información), otra
centena eligió huir para unirse a los suyos en futuros ataques y siete decenas
fueron capturados antes que pudieran suicidarse o escapar, entre estos los
creadores de Jule, Taknu, Dalia, Imeleuq y este nuevo monstruo que permanecía
en modo de espera en el lugar en que fuera concebido y fabricado: una región
remota en Uqezare, uno de los reinos que formaban el continente florentino. En
ese lugar serían los combates definitivos entre esos enemigos poderosos y el monstruo.
Al poco tiempo de capturados empezaron los interrogatorios. Los ilios daban la
información sin poder hacer lo que fuera por evitarlo, y con algunos de ellos,
las hadas supieron que quedaba un oponente fuerte para vencer, y, considerando
su naturaleza, apenas tres serían los individuos lo bastante calificados y
preparados como para enfrentarlo: los Cuidadores de la Casa de la Magia, la
Morada de la Flora y la de la Fauna, Kevin, Lina y Akmi. No era solo por el
nivel de fuerza, sino también porque al poder ellos tres ejercer cierto dominio
sobre las artes mágicas, la flora y la fauna tendrían cierta ventaja sobre este
enemigo nuevo y desconocido, de la que carecían los otros individuos poderosos,
como sus colegas, Iris o las anteriores creaciones ilias que para estos
resultaran en un estrepitoso fracaso.
_Nos
vamos a ocupar de este enemigo sin demorar un instante., volvió a afirmar el
marido de Cristal, empuñando firmemente con la diestra su bastón, uno de los
elementos que lo distinguían como Cuidador.
Resultó
evidente para cada uno de los presentes que ni Kevin ni su par de colegas
estaban atemorizados ni nada parecido. No importaba para ellos lo que les
pudiera pasar ni lo que tuvieran que dejar en el camino (incluso la vida),
cumplirían esta encomienda sin dudarlo y tan pronto fuera posible. Leyeron la
documentación sin omitir un renglón, comentando en voz baja entre los tres y
resaltando los datos que consideraron importantes, como las habilidades, entre
las que estaban las mismas que tenían los Cuidadores, incluidas las esporas
tóxicas de Lina.
_Tan
solo necesitamos algunas horas, cinco o seis, y vamos a completar la tarea, no
importa quién o qué sea ese monstruo, ni sus capacidades - agregó el Cuidador
de la PeNu, imitando la acción de su colega con su propio bastón. La firmeza y
decisión también sobresalieron en las palabras de Akmi -. Y no se preocupen,
porque los tres vamos a volver y vivir para ver otro día. Les garantizo que
ningún enemigo nos va a poner un dedo encima, mucho menos hacer que crucemos al
otro lado de la puerta.
Fue
evidente para sus colegas, los hermanos, el experto de la COMDE y los reyes de
Insulandia que ni el, a juzgar por esas fechas, ni los otros dos, por los
gestos con los que las convalidaran, que si dependiera de ellos se marcharían
ya mismo a Florentina, al reino de Uqezare. Por lo que a ellos respectaba, se
quedarían para enterarse de cuáles eran las asignaciones para los demás y luego
saldrían de la oficina.
_Y
los tres volveríamos a revalidar las palabras de la reina Lili, sobre irnos a
las catorce horas y volver no después de las veinte. Si nos guiamos por lo que
leímos, seis horas nos van a ser suficientes - finalizó Lina -. Es más, vamos a
traer la cabeza del monstruo en señal de triunfo y exhibirla a los ilios, para
que vean con sus propios ojos que si su guerrero más poderoso fue incapaz de
derrotarnos, mucho menos lo van a hacer ellos.
La
Cuidadora sentía que sus obligaciones eran las de pelear. Había visto fallecer
a muchas personas por las que sentía aprecio, afinidad y amistad (vecinos,
amigos, familiares, sus camaradas de armas del ejército de Sâmqei...) y se dijo
que ninguna de esas muertes quedaría impune.
_Lamento
echar al suelo sus expectativas, pero no es tan sencillo como aparenta, aún con
las cosas de las que los tres son capaces - intervino el experto de la COMDE,
señalando con el índice izquierdo a los párrafos en una de las páginas del
interrogatorio a los prisioneros -. Quedan detalles menores por resolver, y eso
es obligatoria, dado su objetivo. Creo que el más importante es estudiar.
Tienen que conocer a fondo el emplazamiento en Uqezare, su entorno, las
características del paisaje... y para eso tenemos esta ayuda, que nunca sale
sobrando y siempre nos sacó de dificultades.
Libros
de texto y mapas
Esos
artículos jamás fallaban.
Allí
tenían la información necesaria para llevar a cabo el estudio.
El
mapa mostraba la región en cuestión en el territorio miuqezare - el gentilicio
del reino, así como también el de sus nativos del sexo masculino, fueran feéricos
o de otras especies -, con detalles sobre su infraestructura vial, cursos de
agua, núcleos poblacionales, unos más grandes que otros, y la escala
geográfica. Los libros hacían referencias detalladas a las condiciones
geográficas, geológicas y climáticas en la zona, tres factores que debían
siempre ser tenidos en cuenta a la hora de planificar un enfrentamiento tan
importante y crucial como este u otro evento de similares características. Eso
era algo que el Cuidador de la Casa de la Magia ya había hecho en dos
oportunidades, primero al organizar su incursión a tres de los templos antiguos
y luego en Yoine. Akmi y Lina también habían hecho, al momento de estudiar el
entorno del cementerio de Bagme, una misión en la que se embarcaron solos para
recuperar la urna con los huesos.
_De
cualquier manera - quiso insistir Kevin, pasando rápido las páginas de uno de
los libros -, eso de estar de vuelta en Plaza Central en no más de seis horas
se mantiene firme. Viajar desde este lugar, hablo del Castillo Real, hasta ese
punto en Uqezare y después volver, no van a representar, en conjunto, más de
sesenta minutos, lo cual reduce la batalla a cuatro horas. Lástima que no haya
puertas espaciales instaladas cerca, porque eso nos podría reducir el tiempo de
viaje a las dos terceras partes... puede que menos.
La
más próxima, lo supieron con mirar el mapa, los dejaría a siete y quinto largos
- siete mil doscientos kilómetros - de su objetivo, y eso significaba que,
viajando los tres a una velocidad máxima de tres mil seiscientos kilómetros por
hora, llegarían en treinta minutos. Ese era el ritmo correcto para que los
miembros del grupo llegaran al mismo tiempo. El Cuidador de la Casa de la Magia
era más rápido, pudiendo alcanzar los cinco largos horarios, pero no sus colegas.
A estos les quedaba algo de práctica para que pudieran alcanzar esa velocidad.
Lina y Akmi lo sabían, y se habían comprometido a entrenar para superar sus
actuales marcas de velocidad, las cuales rondaban los mil ochocientos
kilómetros por hora. Sus nuevas condiciones como Cuidadores y la capacidad para
transformarse en Altos Selectos eran las principales herramientas con que
contaban para mejorar no solo su velocidad, sino todas sus habilidades.
_Entonces,
estudiemos el contenido de esos libros, poniendo énfasis y atención en cada una
de las partes, de los párrafos, que revistan necesidad e importancia. Lo
repasamos y entonces, si. Vamos a Uqezare a derrotar y destruir a este
enemigo., tradujo la Cuidadora de la Morada de la Flora.
Había
un punto señalado allí, agregado con un lápiz por el experto de la COMDE. Ese
lugar en particular indicaba la ubicación exacta de la última creación de los
ilios, para quienes tal vez fuera la última esperanza por sobrevivir y revertir
esta situación tan angustiante y desesperante para ellos.
_Traten
todo cuanto les sea posible de no tomar este asunto a la ligera - les pidió
Jule, que, como todos, había escuchado sumamente concentrada cada palabra. Ella
confiaba en Lina y Akmi, e Imeleuq en Kevin, pues los hermanos sabían de lo que
eran capaces los Cuidadores -. Piensen que si algo les llegara a pasar, sería
un enorme apoyo para los ilios y un verdadero golpe para nosotros, para todos
los demás.
La
posibilidad de que tres de los seres feéricos más poderosos fueran heridos, o,
peor, eliminados, estaría latente, por supuesto. Y si eso llegaba a convertirse
en realidad sería un estímulo moral de valor incalculable para los ilios,
quienes eventualmente, y a corto plazo, recuperaron el entusiasmo y las
esperanzas, teniendo a tres de los "enemigos poderosos" fuera del
camino, y un verdadero golpe para las hadas y otros seres elementales, porque
estos comprenderían que estaban frente a un oponente fuerte en grado extremo
que había enviado a tres Cuidadores al otro mundo. Y eso haría, o moriría en el
intento, porque sus creadores se habían asegurado de conferirle todo para
ganar.
Eso
y que además no tomaban prisioneros.
Mucho
menos querrían conservar con vida a estos tres.
_Mi
consejo es que se tomen lo que queda de este día y el de mañana para estudiar
el contenido de esos libros - indicó la reina Lili, cerrando el expediente y
dándoselo al trío, pues también les sería de ayuda. "Cuídenlo", pidió
mediante gestos, pues esa documentación era legal -. Es la misma postura que
adoptaron con Imeleuq y Jule. No olviden que ellos y este oponente son igual de
fuertes, al menos eso indica esta información. Nosotros no dudamos de sus
capacidades - dirigió fugaces miradas a todos los presentes en la oficina y se
señaló ella misma -, pero este caso merece el mismo tratamiento e iguales
precauciones que Bagme y Yoine.
Los
Cuidadores se comprometieron con eso, y Kevin preguntó, en referencia a una
parte de la información:
_Se
sabe algo de ese lugar?. Quiero decir... Qué vamos a encontrar allí, aparte de
este monstruo?.
_Casi
nada - contestó el rey -. Los prisioneros murieron antes que hubiéramos podido
averiguar cualquier otra cosa. Aprovecharon un descuido de los guardias y se
quitaron la vida. Pero podemos estimar y calcular, en base a esta información y
lo que ya vieron. Podemos asumir, por ejemplo, que van a encontrar todas las
trampas caza bobos en ese lugar, y seguro que no van a ser dos o tres
solamente.
_Recuerden
que esta vez los ilios se van a asegurar que no haya errores - agregó el
experto de la COMDE -. Seguro que se ocuparon de todos los detalles, desde el
menos hasta el más insignificante, antes de dejar ese lugar. Es cierto que
depositaron sus últimas esperanzas en ese monstruo, pero eso no significa que
hayan prescindido de otras precauciones.
_Lo
cual nos lleva a esto - señaló la reina, dando otro legajo al trío de
Cuidadores -. Esta es una que recopilaron los agentes de la DMI - "La
Dirección Miuqezare de Inteligencia, el equivalente de la Policía Secreta
insular", pensó -. Es anterior al descubrimiento del monstruo, pero igual
es vigente. Son observaciones aéreas y terrestres. Supongo que les va a servir
para algo.
Era
un lugar en el vasto territorio de Uqezare, el cual, de acuerdo a la
información de los espías de ese reino, no se extendía por más de dos
kilómetros y medio de radio, teniendo como punto central la ubicación de esta
"nueva arma" de los ilios. Aunque no lo supieron en ese momento,
comprendieron que debía haber allí algo importante, pues descubrieron que en ese
punto, de cuatro metros por cuatro, la superficie era diferente a los
alrededores, como si hubieran hecho una excavación y luego cubierto, o
intentado cubrir, todos los rastros, para evitar que otros, quienes fueran,
descubrieran la obra. Esa área tenía diferencias que podían pasar inadvertidas
para cualquiera inexperto y sin conocimientos adecuados, pero no para los
agentes con años de servicio en la DMI. Estos observaron esas insignificantes
discrepancias, que los ilios intentaron disimular disponiendo piedras de diversas
formas y tamaños y retirando todos los rastros que pudieran delatar que alguna
vez estuvieron allí. No podían los agentes conocer qué clase de instalaciones
había bajo el suelo ni sus dimensiones o a qué profundidad, pero hicieron
estimaciones y cálculos, y concluyeron que debía ser un receptáculo no muy
amplio y cuadrangular, de dieciséis metros cuadrados, y que los escombros en la
superficie bien podrían estar no solo para cubrir las sutiles diferencias, sino
también para confundir a esos seres feéricos expertos. Los ilios en todo el
mundo sabían que las hadas monitoreaban sus movimientos, quizás lo hicieran
desde el fin de la Guerra de los Veintiocho, y por lo tanto habrían asumidos
que si querían convertir en realidad su más grande ambición, la de dominar el
mundo, debían moverse lenta y cautelosamente, para no levantar sospechas ni
alertar a nadie, mucho menos a las hadas, sus peores y ancestrales enemigas.
Era a causa de ese sigilo que nunca se había podido conocer gran cosa acerca de
ellos. Un siglo atrás de otro, un milenio atrás de otro, y apenas se
recopilaron informes menores y sin nada importante que hiciera suponer que
tramaran algo. Pocos acontecimientos merecieron una investigación más o menos
exhaustiva y ninguno representó algo por lo que las hadas u otros seres
elementales tuvieran que preocuparse, hasta el treinta y uno de Mayo / Tnirta
número once del año diez mil doscientos cuatro, cuando Eduardo,
involuntariamente, descubriera que tenía la capacidad para transformarse.
Habían sospechado que los ilios pudieron estar atrás de ese incidente, y unos
meses más tarde de otro similar, el de Zümsar. Desde ese instante, los
organismos de inteligencia estuvieron más activos que nunca, aunque no pudieron
recabar gran información, para lo que tuvieron que esperar más de un año,
cuando los mint-hu atacaron el Templo del Agua, monstruos que fueran creados
usando materiales robados a los ornímodos. Nada hizo suponer a los agentes que,
al iniciar este año, sus tareas, responsabilidades y funciones aumentarían
exponencialmente, porque, con la recuperación de Qumi, la Cuidadora del Hogar
de la Tierra, se revelarían muchos de los secretos que los ilios tanto se
esforzaron por conservar ocultos desde hacía miles de años, aún desde antes de
su llegada a Centralia. La captura de los individuos que intentaron matar a
Qumi hizo suponer a los funcionarios que no se arriesgarían a semejante acto
por nada, con lo cual asumieron que debía tratarse de algo muy importante para
ellos, y, mientras empezaba la guerra (todos sabían que eso ocurriría algún
día)y los cinco Cuidadores iban al Oi-Kal, una de las constructoras históricos
de los ilios en Centralia, para seguir el rastro de uno de los secretos más
antiguos y mejor guardados, las agencias de inteligencia empezaron a recopilar
y clasificar todo tipo de información. A pasos agigantados debido en parte a
los recursos de que disponían para esas tareas y su erudición y por otro lado a
las torpezas que irremediablemente cometían los ilios, decenas de secretos
fueron saliendo a la luz, uno más comprometedores y serios que otros, y
pudieron conocer cómo eran en realidad los ilios y esos planes de conquista que
llevaban milenios desarrollando y perfeccionándose. A medida que fueron los
días pasando, los exploradores y espías fueron recopilando nueva información y
datos, en base al material ya en su poder y los interrogatorios a ilios
capturados, y con eso descubrieron numerosas instalaciones, muchas de las
cuales, más del ochenta por ciento, ya habían sido reducidas a ruinas,
descubierto planes u estrategias de batalla, encontrándose las rutas que usaban
para moverse ellos y su arsenal inadvertidamente y contribuido a discontinuar
la cadena de mando ilia en todos los niveles, ya que con su ayuda se pudo
eliminar o capturar a decenas de info de esa especie con las más altas
responsabilidades. Gracias a la información, las hadas y otros elementales
pudieron conocer a fondo cómo fueron los ilios, cómo eran y las cosas de las
que habían sido responsables, y fue a consecuencia de eso que no dudaron en
lanzarse todos a la batalla, con la meta irrenunciable de vencerlos
definitivamente. El servicio de inteligencia de Uqezare, la DMI, había estado
tras la pista de una serie de instalaciones ocultas antes del ataque masivo del
veintisiete (ayer), entre ellas una en la que, se sospechaba, la usaban para
crear un monstruo por demás poderoso. Registraron detalladamente todo cuanto
vieron en un área de cinco kilómetros y pusieron la información en las manos de
sus superiores, quienes a su vez se las hicieron llegar a los funcionarios de
mayor rango y los reyes, y estos la compartieron con los responsables de las
operaciones militares contra los ilios, los que, con solo echar fugaces
vistazos, comprendieron que ese lugar bien podía ser uno de los últimos
recursos de que disponían sus enemigos para revertir su situación. Y los
organizadores, combinando esta información con la obtenida de los prisioneros,
concluyera que únicamente había tres individuos capaces de ocuparse de esta
peligrosa y compleja tarea.
_Me
juego lo que quieran a que eso son trampas caza bobos., apostó Kevin.
Había
señalado con el índice diestro doce puntos en una de las representaciones
gráficas que hiciera el personal de la DMI, separados entre sí y sin que su dos
tuviera una figura que pudiera reconocerse.
_Mil
soles a que si., convalidó Lina la apuesta.
La
representación era detallada y esos puntos habían sido rotulados por los
agentes como potencialmente peligrosos. Y esas, pensaba la Cuidadora, bien
podrían ser solo algunas de las trampas.
_Ya
le encontré una relación, aunque no una figura - indicó Akmi -. La distancia de
todos los puntos respecto de la ubicación del monstruo.
En
efecto, esas marcas estaban entre cien y doscientos veinticinco metros, así lo
consignaron los expertos, de la ubicación central. Debían ser explosivos, los
cuales se accionarían con el paso de una desprevenida víctima alarmante me
cerca.
_Los
de la DMI localizaron cincuenta trampas en total, esas marcas representen solo
doce., indicó Lili, señalando primero, con la vista, las referencias escritas
en una página aparte, y luego el gráfico, con la mano derecha.
Esa
cincuentena de trampas había sido dispuesta en el diámetro de cinco kilómetros,
de manera tal que cualquier intruso que buscara abrirse camino hacia el centro
de viera en aprietos. Entre tanto ruido producto de las trampas y explosiones,
el monstruo al fin se pondría en movimiento. Cuando eso pasara, no tendría más
que atravesar con un salto la tierra y los escombros vertidos sobre el receptáculo
para disimularlo. Eso habían sabido los interrogadores, entre estos el rey
Elías, de la oncena de prisioneros: con solo una o dos de las explosiones, al
activarse las trampas, su creación más fuerte entraría en acción.
_Cómo
es que los agentes no se convirtiera en víctimas?., intervino el Cuidador del
Vinhäe, intentando ponerse en la piel de sus tres colegas, sabiendo que con eso
podría comprender el peligro al que estarían expuestos en Uqezare.
_Años
de experiencia, de seguro., contestó la reina Lili.
Los
espías pasaban años haciendo una instrucción muy intensiva y extenuante, casi
tanto como los Qar'u, y luego, en el resto de su carrera, perfeccionaban y
mejoran a diario sus capacidades, de manera que pudieran soportar los retos más
complicados, peligrosos e intrínsecos. Y este era uno de esos casos. Esos
agentes llegaron al territorio de Uqezare, permanecieron y se fueron sin dejar
rastros y lo más probable era que los ilios ignoraran esa operación. Tuvieron
la suficiente experiencia y talento como para moverse sobre y dentro de ese
territorio sin activar las trampas caza bobos ni al monstruo bajo la
superficie. Ese había sido su papel: recabar toda la información posible acerca
del enemigo y llevarla a los dirigentes políticos y militares para que estos
coordinaran y ejecutaran los movimientos. Habían hecho eso en la Guerra de los
Veintiocho, cuando los problemas y complicaciones fueran definitivamente
mayores, porque hubo amigos y enemigos en todas partes.
_Nos
vamos a tomar un día para estudiar el contenido de estos libros y la
información - decidió Kevin, a lo que sus colegas de la PeNu y la SeNu
mostraron su aprobación con gestos faciales -. Podemos ir a Florentina en la
mañana del viernes y volver a la tarde. Y no se preocupen, porque vamos a tomar
todas las precauciones.
_Transformarnos
en Altos Selectos en cuanto hayamos llegado al perímetro que detectaron los de
la DMI - puntualizó Akmi, tomando una copia de los interrogatorios, que le
diera el experto de la COMDE -, y también usar desde el principio los
Impulsores. Si este monstruo es tan poderoso y resistente, es lo indicado.
_Y
yo mantengo lo de su cabeza, por lo que ya dije - insistió Lina -. Para ellos
va a ser catastrófico y desmoralizador. Imaginen como se van a poner los ilios,
cómo van a reaccionar, en cuanto se hayan enterado de la destrucción de su
máxima creación. Comprenderían al instante que se terminaron sus oportunidades.
_Entonces,
con ustedes tres terminamos - indicó la reina Lili -. Por mi parte, además de
desearles toda la suerte, quiero decirles que en sus manos descansa una parte
del futuro de todos nosotros, de cada uno de los seres feéricos y elementales
que vivimos hoy y de todos cuantos van a vivir mañana. Solo ustedes pueden
encarar este reto y superarlo.
Los
tres Cuidadores pronto se encontraron recibiendo saludos, palabras de aliento y
apretones de manos por parte de todos los presentes en la oficina. Sus colegas
y los hermanos les dieron consejos que serían sin dudas útiles, entre estos que
recordaran los enfrentamientos recientes con Jule y Taknu, que repararan en los
movimientos u ataques efectuados y en como con ellos pudieron tener ventajas y
las oportunidades de asestarle uno o más golpes a los hermanos. "Les
agradecemos sus palabras, don muy reconfortantes para los tres",
correspondió los gestos el Cuidador de la Casa de la Magia, antes que este,
Akmi y Lina ratificaran su compromiso con un convenio de sangre. "Es lo
indicado, sin dudas", precisó el rey, moviendo los elementos (tres vasos y
una botella con vino tinto) con sus habilidades telequinéticas.
_Ahora,
vamos con ustedes cinco., quiso Lili, dirigiendo la vista a los otros
Cuidadores, alrededor de un cuarto de hora más tarde.
En
ese momento, ese cierto aire contento que hubiera en el semblante de los monarcas
y el experto de la COMDE pareció experimentar un leve descenso. No dudaban de
las capacidades de Eduardo, Lidia, Marina, Qumi y Zümsar, ni tampoco que estos
volverían con vida, pero su parte en la derrota de los ilios...
_Akmi,
Lina y Kevin se llevan la mejor parte - opinó el Cuidador de la Casa de la Luz,
viendo al trío tomar los libros y el otro material -. No sé ustedes, pero eso
para mí es llevarse el entretenimiento. Ojalá yo pudiera pelear contra un rival
así de fuerte.
_Querés
un reto que sea entretenido? - llamó Lili, sonriendo, aunque le preocupaba que
Zümsar no fuera a tomar este asunto con seriedad. "Lo va a hacer cuando
conozca las implicancias", pensó -. Muy bien, que así sea. Los cinco van a
tener un oponente aún más poderoso que ese monstruo. Pero no se trata de algo
que crearan los ilios. No al menos de la misma manera en que lo hicieron con
ese y ustedes cuatro - miró a los hermanos -
Pero antes de ahondar en esa tarea, me
gustaría que piensen por un momento antes de responder a esta pregunta que voy
a hacerles. Tiene relación, por supuesto... Cómo están sus conocimientos
teóricos y prácticos en aquello que hacían antes de convertirse en Cuidadores?.
_Ustedes
dos con las ciencias, Eduardo y Qumi - intervino el rey, dirigiendo sus palabras
y la mirada a los Cuidadores del Vinhäe y el JuSe -. Vos con el comercio de
antigüedades, Zümsar
Se que te convertirse en el máximo responsable
de la MabDe no hace muchos días, pero igual quisiéramos escuchar unas palabras,
la respiración a la pregunta de Lili. Lo mismo que vos, Marina. Estás al frente
del Tep-Wo desde los primeros días de Diciembre pasado, y no pudiste olvidarte
siquiera de la décima parte de tu gran pasión, el teatro - el rey miró entonces
a la híbrida de diez años, a quien le dijo -. Supongo que con tu edad es
temprano para que tengas algo previo a tus responsabilidades al frente del
Vinhuiga, pero podrías contarnos algo acerca de tu gusto y afición por el
diseño y la moda.
Los
Cuidadores se miraron entre sí y luego a los otros, extrañados por ese pedido
de los reyes, pero contestaron a la pregunta de Lili y lo hicieron con diálogos
más bien extensos, que se prolongaron durante otros cuarenta a cuarenta y cinco
minutos, y lo hicieron de manera tal que no dejaron lugar a dudas sobre que estaban
"al día" con sus antiguas ocupaciones. Antiguas en el caso de Eduardo
y Qumi, de los cinco los que llevaban más tiempo al frente de aquellos.
Teniendo las ciencias como su pasión desde una temprana edad, nunca podrían
olvidarse de ellas. Marina se había convertido en la Cuidadora del Santuario
del Viento en el último tercio del veintinueve de Diciembre / Chern número
Veintiocho y prestado su juramento de fidelidad dos días más tarde, muy poco
tiempo para que perdiera los recuerdos de su pasión, la cual también llevaba
consigo desde la infancia. Era actriz de teatro y su debut había sido a los
dieciséis, con una obra del género humorístico para el público juvenil, y a
nadie le cupieron dudas de que su carrera sería muy prometedora
Zümsar era, de los cinco, el más nuevo, y eso
significaba que sus recuerdos y conocimientos estaban intactos, igual que antes
de su llegada accidental a la dirección de la Casa de la Luz. Apenas había
hablado con los empleados del comercio de antigüedades acerca de delegar en
ellos la mayor parte de las responsabilidades, y recién ayer, en horas de la
noche, había completado su aprendizaje con respecto al estado de la MabDe, lo
que había incluido el nombramiento de Jule como la segunda al mando. Era
demasiado pronto y a nadie le cupieron dudas de que Zümsar sin estaba con la
mente y los pensamientos en esa gran pasión suya que eran las antigüedades y la
arqueología urbana. Con sólo diez años, Lidia estaba dando sus primeros pasos
en el diseño de modas, adelantando varios años la edad promedio en que las
mujeres empezaban a aprender dicha profesión. Sus obligaciones como Cuidadora
hacían que mantuviera bastante relegada esa pasión, a la que se dedicaba cada
vez que el tiempo se lo permitía. Ya había hecho su primer trabajo (un vestido
infantil para nenas), el cual había dado a Iulí para que esta lo presentara al
equipo que trabajaba en el instituto de modelos. Lo había diseñado mientras
estuvo internada en el Castillo que, luego del agotamiento extremo provocado
por transformarse en Selecta, al final de su incursión en el Oi-Kal.
_Para
hacerla corta, los cinco tenemos al día nuestros conocimientos - resumió
Eduardo, habiendo notado como los semblantes del experto de la COMDE y los
reyes eran ahora serios -. Pero no entiendo que tiene que ver eso con nuestro
papel en esta nueva asignación, ni la relación entre esta y el contenido de las
cuatro urnas
_Ni
tampoco el monstruo que presuntamente es más fuerte y resistente que el que
está en Uqezare., agregó el Cuidador de la Casa de la Luz.
Repararon
en las expresiones faciales y corporales de los monarcas y el experto y
dedujeron que se trataba de algo malo. No era porque dudaran de las capacidades
de los Cuidadores - un pensamiento premonitorio les había hecho ver que ellos,
al igual que los otros tres, saldrían airosos y triunfantes de estas peligrosas
y extremas encomiendas -, sino porque conocían las implicancias de lo que
vendría, a causa de algo que hicieran los ilios no bien terminara la Guerra de
los Veintiocho.
_La
hay - dijo el rey -, pero no es algo agradable, ni tampoco va a ser fácil de
aceptar. Es algo que no podemos evitar y que no puede detenerse. Es una de las
armas más terribles y poderosas que crearan los ilios, y supimos de ella con
esto.
Señaló
los objetos que estaban sobre el escrito, las cuatro urnas con su contenido y
los emblemas de los símbolos principales. Estaban también el pergamino antiguo,
cuyos fragmentos recuperaran seis de los Cuidadores y el manifiesto ilio, al
que siempre se había considerado como un mito.
_En
el transcurso de la última semana terminamos de descifrar el contenido del
manifiesto y el del pergamino, y ojalá hubiéramos ignorado esto, pero no lo
hicimos - complementó la reina Lili, trayendo otro bibliorato, con los
resultados de este descubrimiento -. Es un invento que no fue hecho para matar
a cientos de miles en un instante, de acuerdo, pero es igual de destructivo.
Estamos ante un arma que empezó a construirse pocos días después del final de
la Guerra de los Veintiocho, u que fueron culminando paulatinamente, durante
las cuarenta y ocho horas posteriores a los fallecimientos, si los quieren
llamar así, de Biqeok, Seuju, Zak'lu, Qïma y Musebqar. Cómo ven, se tomaron su
tiempo.
Los
últimos Cuidadores del Vinhäe, el Vinhuiga, el Tep-Wo, el JuSe y la MabDe, que
permanecieron años aguardando el arribo de las personas indicadas para que los
sucedieran.
_Nuestros
antecesor - reaccionó Qumi -. Qué tienen que ver ellos con este asunto?.
_Encauzamiento
- contestó Lili -
Pero no es tan sencillo como aparenta. Es
verdad que estamos hablando de la misma clase de magia con que los ilios
crearon al monstruo en Uqezare, pero al mismo tiempo es otra cosa. Es algo
definitivamente más sofisticado y complejo. E. El pergamino, 3l manifiesto y
unos pocos interrogatorios entendimos que esos seres diseñaron esta arma usada
como el último recurso, dada la enorme peligrosidad que existe incluso para
ellos mismos. Desde su concepción estuvieron plenamente conscientes de ese
riesgo, pero entendieron que el premio final bien lo valía.
_Y
no estamos hablando de un único encauzamiento, sino de dos, reunidos en un solo
ente., puntualizo el experto de la COMDE.
Era
evidente que los reyes y el estaban buscando las palabras adecuadas para
explicar lo que habían descubierto, pero no les era sencillo. Lo que iba a
pasar era inevitable, pero al mismo tiempo la única forma de ponerle punto
final a la confrontación y a los ilios.
_Antes
que nada, quiero decirles que no fue ni va a ser culpa de ustedes estos eventos
que pasaron no los que van a pasar - quiso aclarar la reina Lili -. Tarde o
temprano iba a ocurrir. Pensamos que los propios ilios al final habrían, y pese
a los riesgos, activado este último recurso. Nosotros entendimos todo lo que
estuvo oculto en el pergamino y el manifiesto, pero no cómo pudieron lo los
ilios crearon algo así.
_Los
lugares grandiosos que dirigimos nosotros cinco van a desaparecer, cierto?,
interpretó Eduardo, alarmado, temiendo cuál sería la respuesta, a lo que
Zümsar, Qumi, Marina y Lidia lo miraron, sin dar crédito a sus oídos.
"Si",
contestó la reina.
Los
monarcas y el experto de la empresa COMDE observaron al quinteto de Cuidadores,
atónitos estos al haber escuchado esa respuesta. "No puede ser
cierto" - lamentó Eduardo -, "tiene que ser un error, tal vez ustedes
interpretaron mal los mensajes... Tiene que haber otra solución".
_Quisiéramos
poder decirles que esa media decena de lugares va a seguir existiendo, aún por
mucho tiempo después de que todas las formas de vida de este planeta hayan
desaparecido, pero desgraciadamente no es así. La realidad es otra y no la
podemos alterar., volvió a lamentar el rey.
Todavía
se esforzaba por hallar las palabras adecuadas, pero no podría, ni tampoco la
reina o el experto, porque no existía una manera sencilla ni comof8s para
explicar lo que había pasado, lo que estaba pasando ni lo que habría de pasar.o
único posible era decirlo tal cual los tres y los otros expertos lo
descubrieran, como si estuvieran recitando cada uno de los párrafos de ese
informe que habrían de leer y repasar, en preparación para esta misión,
posiblemente la última de la guerra definitiva contra los ilios.
_No
puede ser cierto., se resistía a creer Qumi, quien no estaba dispuesta en lo
personal a permitir que el JuSe se perdiera.
Ahora
que había logrado recuperarse, un hecho misterioso y desconocido, y estaba
presente para defenderlo, pues ese era el trabajo de los Cuidadores;, lo
cumplirían al pie de la letra , no importándole cuánto tuviera que sacrificar.
_Tal
vez esto no sea lo indicado para decir, pero de nada sirve entristecerse ni
lamentarse - indicó el rey, conservando el semblante serio -, porque no se
puede evitar. Los cinco necesiten saber por wué van a perderse los lugares
grandiosos.
_Que
es lo que lo va a provocar., añadió el experto de la COMDE.
La
reina Lili finalizó explicando, creyendo que así podría llevar algo de
tranquilidad al quinteto - Eduardo, Lidia, Marina, Qumi y Zümsar supieron el
motivo de aquella pregunta, acerca de cómo estaban sus conocimientos profes en
materia laboral, previos a convertirse en Cuidadores -, que, aunque esos
lugares tan importantes para la cultura, sociedad e historia se perdieran,
ellos seguirían siendo los Cuidadores.
_Vamos
a empezar por uno de los encauzamientos - quiso -, por el de los ilios; eso dio
origen al monstruo.
Los
Cuidadores, en particular los aludidos, y los hermanos quedaron en silencio,
listos para escuchar esta nueva información.
Era
un gigantesco y por demás ambicioso plan cuya concepción se remontaba a los
últimos días de Abril y los primeros de Mayo, Llol y Uumsa en el calendario
antiguo, del año cinco mil ciento siete, cuando apenas se habían cumplido unos
pocos días desde el fin de la guerra más extensa y catastrófica de todos los
tiempos, un evento tan devastador que redujera en más de sesenta puntos
porcentuales la población mundial de ilios, les provocara toda clase de
trastornos y complicaciones (sociales, culturales, biológicas...) e hiciera que
sus planes de conquista y dominación tuvieran que posponerse por tiempo indefinido.
Fue con eso que los pocos líderes de la especie que lograron sobrevivir a la
Guerra de los Veintiocho empezaron a concebir un nuevo proyecto, a la par de
los otros, haciendo uso tanto de sus propios conocimientos como de los que
tomaran de las hadas y otras especies elementales. Por un largo tiempo, que se
extendiera durante las dos décadas posteriores, dieron forma a algo que
llamaron "el arma definitiva" o "el último recurso", y en
líneas generales implicaba algo con lo que las hadas, sus peores enemigas,
recién estaban empezando a experimentar: el encauzamiento en un único individuo
feérico de la woga, la energía vital, de varios por un lapso determinados de
tiempo. Tanto en una especie como en la otra, esa teoría, que no se volvería
realidad sino hasta varios años más tarde, había sido desarrollada con el mismo
propósito y consistía en que uno o más entes tomaran para si la energía vital
de varios para hacerle frente a un hipotético enemigo que fuera superior en
fuerza, resistencia, habilidades y capacidades. Para los seres feéricos, la
técnica consistía en que uno de ellos "tomara prestados" los
poderes" de otro u otros por el tiempo suficiente como para derrotar a ese
enemigo, y era algo que había sido concebido para los individuos de uno u otro
sexo que por atributo poseyeran tal o cual de los elementos principales de la
naturaleza. Los ilios, en cambio, decidieron ir más allá y se concentraron en
fines más oscuros y malignos; no iban a contentarse únicamente con reunir la
mayor parte de la energía de sus pares y por lapsos cortos. Lo que ellos, unos
pocos entre la clase dirigente, maquinaron fue algo mucho más grande y
aterrador, porque se propusieron encauzar no solo la energía, sino también la
vida misma de cuantos ilios existieran en el planeta dentro de uno solo de
ellos, el cual, completado ese procedimiento tan complejo, vería incrementarse
todas y cada una de sus habilidades y capacidades. Eso significaba que apenas
quedaría un ilio en pie no bien se aplicara la técnica, la cual recién cesaría
cuando el último de los enemigos hubiese sido derrotado y destruido, y eso para
los ilios implicaba la extinción de las otras especies del reino elemental. Se
trataba de un proyecto descomunal y varias cosas podrían salir mal, sin
mencionar el tiempo que demorarían en desarrollar, pulir y completar la teoría,
considerando su enorme carencia de recursos (tecnología, insumos, materias
primas...) y el secretismo con que deberían actuar, porque si algo como esto,
además de todos los otros proyectos, llegara a los oídos y el conocimiento de
las demás especies, incluidas las hadas, estos no dudarían un instante en
empezar una nueva guerra, y esta vez, a diferencia de la anterior, pelearían
todos juntos en el mismo bando, lo que implicaría indudablemente la derrota
definitiva de los ilios y su posterior destrucción hasta los cimientos. Pero
estaban dispuestos a correr el riesgo. Desarrollarían y completarían este
proyecto sin importar cuánto tuvieran que sacrificar ni el tiempo que fueran a
dedicarle, conscientes también de ese otro y enorme peligro que implicaba esta
invención, el de una posible derrota del guerrero único. Si eso pasaba, cada
uno de los ilios habría dado su vida en vano. Por otro lado, esforzándose en
pensar en lo positivo, encontraron un consuelo en un pensamiento, una visión,
que hubo gradualmente de conversar en una obsesión para cuantos se vieron
involucrados en el proyecto: si este guerrero llegase a obtener el triunfo y
todos los enemigos eran borrados del mapa, el encauzamiento habría de llegar a
su fin - "Contra hechizo", quiso resaltar el experto de la COMDE - y
todos los ilios volverían a vivir, pues el vencedor se desintegraría, librando
a las vidas que posibilitaran la suya. Los ilios aceptaron ese riesgo y los
demás, incluido el peligro de que fueran descubiertos, porque pensaron y
concluyeron que su ambición máxima bien los justificaba, y empezaron a
trabajar, decididos a invertir todo el tiempo y los recursos que hicieran
falta, a la vez que se inclinaron, pues era crucial para sus malignos y oscuros
propósitos, que no bien llegara el momento de llevar ese "último
recurso" o "arma definitiva" de la teoría a la práctica, si
alguna vez debían hacerlo, dirían a las masas ilias, como llamaban a los
gobernados, que la Trinidad Benigna (las tres cabezas de ese monumental fraude
diseñado para tener constantemente alineada a la población y dirigirla con puño
de hierro), así lo quería. Iel, Mod y Ral, los dioses máximos y únicos de los
ilios - "Abundancia, gloria o triunfo y destino", resaltó Dalia, que,
como sus hermanos, había tenido que soportar a los ilios dando un soporífero
sermón religioso - exigían este sacrificio por tratarse de una manera infalible
para destruir a todos los enemigos, y la recompensa sería la resurrección, con
la consecución vida y existencia en un mundo que les pertenecería solo a ellos,
libres completamente de cualquier ente que pudiera amenazarlos nuevamente.
_La
eliminación de todos los seres feéricos y elementales es una de las dos formas
de detener y destruir a este monstruo, guerrero o lo que sea - dijo el Cuidador
del Vinhäe, aún sin poder aceptar aquello que era inevitable, la pérdida de ese
y otros cuatro lugares grandiosos -, y la otra es que alguno de nosotros lo
destruya. Con eso desaparecerían los ilios
_Como
sea, tuvieron éxito. Al final, nuestros enemigos empezaron ese proyecto h
aportó la reina Lili, consciente de que los presentes en la oficina estaban
concentrados no solamente en esta invención ilia, sino también en el destino
del Vinhäe, el Vinhuiga, el JuSe, el Tep-Wo y la MabDe -, lo continuaron y,
desafortunadamente, lo pudieron completar con éxito.
Los
ilios aplicaron todos los conocimientos de que dispusiera en ese proyecto, y
conforme fue avanzando el tiempo no dudaron en apropiarse de los logros, avances
y descubrimientos (robo y espionaje) de las hadas en numerosas disciplinas
tecnológicas y científicas, entre estas su propia investigación acerca del
encauzamiento de la energía vital, algo que, aún pese al empeño y los recursos
que se le dedicaban, , no era prioritario para los componentes de la raza
feérica. Un buen día, los esfuerzos de los ilios dieron sus frutos y esos
seres, los autores intelectuales y materiales, se vieron felizmente
recompensados
Para ello tuvieron que pasar más de novecientos
años y perderse miles de vidas. Más de cincuenta mil individuos ilios tuvieron
que morir, ya que se los había requerido como "voluntarios"para los
ensayos y prácticas - "Quitaron del medio a aquellos que dudaron de la fe
y otros a los que los líderes consideraron como indeseables", observó
Marina, en tanto los hermanos hacían gestos de incredulidad. Sus creadores no
habían mencionado nada de eso, ni nada del proyecto -, pues los involucrados
necesitaban hacer pruebas más o menos frecuentes para observar el progreso,
hacer tantas correcciones como fueran necesarias e ir solucionando los
problemas y errores a medida que estos fueran surgiendo. A fuerza de todo tipo
de sacrificios, culminaron el proyecto sabiendo que tal vez nunca fuera llevado
a la práctica y que eran altísimas las probabilidades, cuando no totales, de
que ni ellos ni varias generaciones de descendientes suyos vivirían para ver
ese evento. El guerrero único, que recibiera el nombre de "MIR", por
las iniciales de los componentes de la Trinidad Benigna recién se formaría
cuando fuera necesario y como último recurso, porque para ello había sido
creado, por medio de la aplicación de un hechizo relativamente sencillo; este
tenía una fuente, la cual consistía, o se trataba, en aquel individuo sobre el
que recaería la responsabilidad de darle vida y existencia al guerrero único,
para lo cual sería suficiente con la pronunciación, con voz clara y en su
ancestral idioma, de un conjuro que llevaría tanto la energía como el alma (en
conjunto, la vida) de los suyos hacia sí mismo, previo paso por lo único que
los autores del proyecto consideraron tan valioso como su ambición suprema: los
remanentes de los siete líderes originales dispuestos en cuatro urnas, ocultas
estas en Bagme, Lome, Iluria y Yoine. Esos valiosos materiales eran los únicos
vestigios de los primeros dirigentes ilios de las etnias primitivas (Oi, Eri,
Yau, Bol, Nem, Mel y Aig) y por tanto conservaban no solamente un enorme
simbolismo, sino también una parte infinitesimal de la energía de los
individuos, su remanente final, o, lo que era lo mismo, piezas más que vitales
del proceso de encauzamiento. Y ese individuo seleccionado sabría que el
momento por fin había llegado al presenciar y sentir tales señales: al
encontrarse sujeto mediante una atadura mágica a esos objetos, cuando fueran
expuestos al aire tras la apertura de las urnas sería la primera de las
señales, la necesaria para dar a conocer el proyecto; la segunda señal vendría
al quedar los huesos, armas, bastones y efectos personales envueltos y
alcanzados otra vez por la luz solar (este elemento y el aire eran dos de los
más usados en algunas clases de magia), y la tercera señal era la misma puesta
en práctica del proceso. Una vez que el ilio elegido hubiera pronunciado el
último conjuro, con el mismo tono de voz que el anterior, el guerrero habría de
hacer su surgimiento en medio de una densa nube de humo. En conjunto, el
encauzamiento demandaba...
_...
Noventa y seis horas - el rey Elías lamentó que tuvieran la realidad que ser
así, y no le fue fácil informar ese lapso a los cinco Cuidadores -, lo cual
significa que nos quedan - consultó su reloj -... cincuenta y dos horas. Son
las diez en punto del veintiocho de Enero y el encauzamiento va a completarse a
las catorce del treinta.
_Tenemos
que hallar a ese ilio y destruirlos antes que se complete ese plazo - reaccionó
Lidia, releyendo la documentación -. Si lo hacemos ahora, antes que termine el
proceso, tendríamos mejores oportunidades. Lo que no se es qué vamos a hacer
con eso - se refirió a los heridos objetos en las urnas -. Recién ahora me
estoy dando cuenta de que tendríamos que haberlos destruido ni bien los
encontramos.
Los
presentes en la oficina advirtieron cuan ciertas, aunque tardías, fueron esas
palabras. La nena híbrida había dado en la tecla, pero tarde. Los autores
intelectuales de las expediciones a Bagme, Lome, Iluria y Yoine y los
Cuidadores dieron por sentado que no tendrían otra cosa que hacer que reunirlos
y destruirlos. No podían saber que con
solo abrir las urnas estaban dando inicio a algo que era desconocido y que
recién advirtieron al hacer los interrogatorios. Con la intervención de la
Cuidadora del Templo del Fuego, se dieron cuenta que lo correcto hubiera sido
destruir las urnas sin abrirlas, porque eso hubiera implicado que los ilios
fallaran en su intento por reunir la energía y el alma de todos los individuos
en uno solo.
_Podemos
destruir esto acá y ahora, si así lo queremos, pero eso no va a modificar las
cosas - indicó el experto de la COMDE -. El daño ya está hecho. Quiero decir
que las piezas ya fueron expuestas al aire y la luz solar. Y además, no sería
sencillo destruirlas. Los huesos y otros elementos...
Le
dijo a todos los Cuidadores y a los hermanos que al finalizar la Guerra de los
Veintiocho, al mismo tiempo que empezaban a pensar en esta arma definitiva,
habían exhumado esas urnas para tratar su contenido con una clase de magia de
invención propia que les otorgó resistencia, procurando que eso sirviera para
protegerlos de todo o casi todo. El experto agregó que podrían esos objetos
tener la misma resistencia que los hermanos, lo que indujo a estos y a los
Cuidadores a pensar que deberían usar todo su poder al máximo para destruirlos.
_Queremos
esa tarea - ofreció Taknu, obteniendo al instante la aprobación de Imeleuq,
Jule y Dalia -. Mis hermanos y yo tenemos la fuerza suficiente como para no
dejar rastro alguno de las urnas ni de su contenido. Solo necesitamos encontrar
un lugar apartado e inhóspito, para que las explosiones no causen daños ni
heridos.
Hubo
consenso entre los Cuidadores, los reyes y el experto de la COMDE, y este dio
una sugerencia sobre cuál podría ser esa ubicación recóndita, al mencionar una
región desértica en Alba del Oeste, un lugar en el que no había ciudades,
aldeas, caseríos, parajes ni viviendas solitarias en más de dos largos (dos mil
kilómetros). Las condiciones geográficas lo convertían en ideal para una tarea
potencialmente peligrosa como esta, ya que se trataba esa de una zona con
elevaciones, y esas montañas y cerros podrían frenar la energía cinética y el
frente de las explosiones. El impacto ambiental sería mínimo, ya que tampoco
había otras formas de vida allí, más allá de la vegetación perenne, y esas
elevaciones podrían además evitar que hubiera destrozos fuera de dicha región.
_Por
nuestra parte está bien - accedió la reina Lili, a lo que Elías convalidó
moviendo las manos -. Esta tarde me reúno con diplomáticos que representan en
Insulandia a los países de Alba del Oeste. Requerimos de su permiso para una operación
como esta - y preguntó -. Cuándo podrían ocuparse de esto?.
Podrían
hacerlo ahora mismo, reconocieron. Sabían que destruir las urnas y su contenido
no cambiaría el destino de los lugares grandiosos ni evitaría la formación y el
surgimiento del nuevo monstruo, el "arma definitiva" o "último
recurso", pero si lo hacían en algún momento de las siguientes cincuenta y
dos horas, podrían asestar un gigantesco golpe moral a los ilios, cuya
desaparición sería súbita y ocurriría en los últimos cinco minutos de ese plazo
en que se desarrollaba el encauzamiento.
_Puede
ser en cuanto ustedes hayan obtenido el permiso? - pidió Taknu a ambos monarcas
-. Sabiendo lo poderosos que somos los cuatro, y que no vamos a encontrar
oposición alguna, esta operación no nos va a insumir mucho tiempo. Tal vez dos
o tres horas.
_Ese
va a ser nuestro aporte en las batallas finales - dijo Jule, tan comprometida
como los demás con esta causa que hermanaba como nunca a todas las especies
elementales -. Akmi, Lina y Kevin van a ocuparse de ese monstruo que es como
nosotros, pero a la vez algo ajeno. Eduardo, Lidia, Qumi, Zümsar y Marina de
destruir a ese guerrero único, y los míos y yo de estos objetos - dirigió la
vista a las urnas -. Si todo sale bien, se convierte en realidad la vuelta de
la paz antes del fin de este mes.
Hubo
aplausos al escuchar esas palabras, tras los que abordaron el otro punto de la
reunión.
El
otro encauzamiento.
O,
lo que era lo mismo, el destino irreversible de cinco de los catorce lugares
grandiosos.
Una
vez que concluyeron de manera exitosa su propio (y ultra secreto) proyecto para
encauzar la misma existencia de todos los individuos en uno solo, los ideólogos
de semejante desarrollo empezaron a considerar la posibilidad de que fuera un
guerrero incluso más poderoso que ellos mismos imaginaran, para que ningún
enemigo pudiera siquiera hacerle un rasguño. La obsesión por la invencibilidad
nunca había sido abandonada, al menos no del todo, y creyeron que eventuales
enemigos que fueran excepcionalmente fuertes podrían rivalizar con este
"último recurso" en caso de necesitarlo, y tal vez destruirlo, si
todos se unían, pudiendo, quizás, hacer lo mismo que ellos: recurrir a su
propia técnica del encauzamiento, la cual había sido completada mucho antes y
con mejor éxito. De ocurrir eso, el proyecto de los ilios enfrentaría a un
enemigo con sus mismas cualidades, habilidades y capacidades, y había
individuos lo bastante preparados para eso. Éstos eran los Cuidadores, por esos
tiempos sacerdotes y sacerdotisas, al existir aún la religión entre las hadas,
de los cinco lugares grandiosos cuyas funciones estaban relacionadas con un
elemento en particular, de los cinco principales: el Vinhäe, del agua, el
Vinhuiga, del fuego, el Tep-Wo, del aire, el JuSe, de la tierra, y la MabDe, de
la luz. Durante la Guerra de los Veintiocho, esos cinco individuos feéricos
habían demostrado las más grandes de todas las proezas no solo al ejercer un
dominio perfecto sobre sus respectivos elementos, sino también creándolos, algo
contra lo que los combatientes del MEU - el bando responsable de la tragedia
más grande de todos los tiempos que sufrieran los ilios - poseyeron muy pocas
defensas. Los castigados ilios comprendieron que, con un poder así al alcance
de la mano, podrían darle a su "último recurso" esa invencibilidad
que tanto ambicionaban. Cómo obtener una fuerza así fue rápidamente escalando
posiciones en la lista de prioridades, pese a que los ilios trabajaban en
varios proyectos, incluidos algunos vinculados al desarrollo de material bélico
que tuvieran que usar alguna vez (armas nuevas, otros monstruos, ciertas clases
de magia...), y también a que no dejaba de estar latente la posibilidad de que
este último recurso, el encauzamiento de todos los individuos de la especie en
uno solo, podría nunca ser usado. A fuerza de paciencia, tiempo, recursos y
todo tipo de sacrificios, entre los que estuvieron los que ellos consideraron
como indeseables, desarrollaron un hechizo que les permitió tomar una ínfima
parte de la energía vital de sus peores y eternos enemigos, los seres feéricos.
En tanto concibieron el proyecto, y mientras lo estuvieron perfeccionando y
puliendo, usaron como sujetos de prueba a cualquiera de las hadas de aire,
fuego, agua, tierra y luz, pues se trataba de ensayos y experimentos, y de
ellas no necesitaban más que muestras físicas, las cuales contenían esa
insignificante cantidad de energía. Específicamente, se concentraron en obtener
sangre, cabello, piel, uñas, sudor y saliva - "Parecen investigaciones
genéticas", volvió a comparar Eduardo, haciendo su primera observación. Un
ejemplo de eso se daba con Jule, en quien se usaran muestras de cinco hadas
Selectas -, y, mediante la aplicación de más conjuros y artes medicinales,
extrajeron la energía vital de los sujetos de prueba y la encauzaron en uno de
los voluntarios, uno de esos individuos que estuvo experimentando una crisis de
fe, algo que los líderes ilios (y las masas, dado el férreo control ejercido
sobre esta) no toleraban y que se castigaba con la muerte. Con el secretismo y
todos los problemas que tuvieron que afrontar, los ideólogos de este nuevo
proyecto no vivieron para verlo hecho realidad, lo mismo que los anteriores con
la primera tarea, y recién cuando se cumplieran cuatro siglos la fórmula, o el
hechizo, quedó en condiciones para ser usada en las hadas más poderosas,
aquellas que estaban al frente de los lugares grandiosos. A último momento
llegaron a pensar que podría no ser suficiente tomar las muestras de esos
Cuidadores / sacerdotes, y decidieron que se apoderarían también de las que
hubieran de reemplazarlos en lo sucesivo del futuro, para lo cual dejaron
instrucciones están, a quiénes heredaran la responsabilidad de dirigir a las
masas ilias a nivel continental y mundial (otro de los grandes secretos de
estos seres, una estructura social compleja), indicando además que el proyecto
de encauzamiento no debía suspenderse, aunque demandara siglos su concreción.
Los ilios estaban conscientes de todos los riesgos corridos y los que habrían
de correr, del tiempo y los recursos invertidos, pero aún así no estaban
arrepentidos, pues afirmaron en reiteradas oportunidades que, llegado el caso,
esta "arma" sería lo único que les daría el triunfo total.
_Eso
es lo que hicieron - reiteró la Cuidadora del Tep-Wo, abrumada por esta
revelación -. Tomaron esos fragmentos ínfimos de la energía de cada uno de
nuestros predecesores y los tuvieron en reserva para cuando llegara el momento
oportuno. O sea, ahora. Los ilios están al borde de la derrota definitiva y
necesitan de este último recurso para modificar esa situación.
Habían
pasado milenios desde la concepción de ambos proyectos de encauzamiento, los
cuales nunca fueron advertidos ni descubiertos por ninguno de sus enemigos.
Fueron recolectando partes ínfimas de la energía de esos seres en extremo
poderosos, al frente estos de los cinco lugares grandiosos: los sacerdotes y
sacerdotisas, que con el paso de los quinientos cuarenta y cuatro años
transcurridos entre el uno de Julio / Iiade número quince del año seis mil seiscientos
sesenta y Mayo / Uumsa número cinco a Tnirta número once del año siete mil
doscientos cuatro, con el ocaso gradual de la religión (un evento iniciado con
el análisis del Edicto Once, y el fin del patrocinio de la religión por parte
del Estado), pasaron a llamarse Cuidadores y Cuidadoras. A la par fueron
desarrollando otros proyectos e investigaciones, con vistas al cumplimiento de
su ambición de dominar la totalidad del oeste-noroeste de Centralia e incluso
más allá, sabiendo que algún día estarían listos y, a causa de eso, habría una
nueva guerra. Decenas de cambios se dieron desde el fin de la Guerra de los
Veintiocho, que afectaron tanto a los ilios como a otros seres elementales, con
la salvedad de que los primeros no dudaron un instante en la decisión de
conservar tal cual su aislamiento, para lo que razones les sobraron, y como los
demás no sintieron demasiado interés en acercarse a y cooperar con unos
individuos que habían sido y seguían siendo todo lo que desaprobaban los demás
(desagradables, avaros, traicioneros, malignos...), los ilios pudieron disponer
de un mínimo de "aire y privacidad" para dedicarle tiempo y recursos
a cada uno de sus proyectos. Ese lapso tan prolongado les sirvió para
desenvolverse e ir dando curso a aquellos y dar forma a su personalidad sin que
los ajenos a su especie, aprovechando el temor de estos a iniciar una nueva
guerra, algo que, sabían, harían solo si de verdad disponían de las pruebas
suficientes que apuntaran a que los ilios tramaban de verdad algo grande y perjudicial
contra todos los demás. Un lapso así les
permitió ir resolviendo cada uno de los contratiempos e inconvenientes a medida
que fueron apareciendo y ocuparse de todos los detalles. Apenas tenían tres
motivos para preocuparse, fuera de todos los proyectos, y eran los objetos que
más deseaban que permanecieran ocultos, desconocidos para la inmensa mayoría y
considerados como un mito incluso por los anti ilios más radicales. El
manifiesto, un compendio de oraciones y frases en las que ocultaron esos oscuros
y secretos proyectos, porque requerían de un registro escrito; un pergamino
ancestral, al que, para mantenerlo oculto y a salvo separaron en media
catorcena de partes, y las urnas en las que colocaran los bienes mundanos de
los primeros líderes ilios. Estos últimos se transformaron en piezas vitales
para el encauzamiento, al haberlos elegido como canales para la energía de los
jefes de los lugares grandiosos - "Por eso les pusieron un hechizo que los
volvió más resistentes", advirtió Qumi -. La magia tan poderosa con que
fueron tratados les garantizó a los ilios que iban a permanecer prácticamente
invulnerables a todo, que fue lo que estuvieron buscando desde el principio.
Valoraban el contenido de las urnas por lo que representaban, los remanentes de
los primeros líderes. El punto final del encauzamiento fue vino cuando los
ilios descubrieron que no solo estuvieron reuniendo la energía de los
Cuidadores, sino también restándosela a los lugares grandiosos que ellos
dirigían. Mientras se hallaban encauzando la energía de uno de ellos
advirtieron que los Templos del Agua y del Fuego, la Casa de la Luz, el Hogar
de la Tierra y el Santuario del Viento desaparecerían no bien empezara a
activar este último recurso, lo que ocurriría con dos pasos previos: la apertura
de las urnas y la exposición de su contenido a la luz solar, siempre y cuando
se hubiera cumplido un año exacto desde la últimas vez en que se usaran esos
objetos como canales. Y las últimas veces en que se hizo eso fue al tomar las
muestras de Biqeok, Seuju, Zak'lu, Qîma y Musebqar, los Cuidadores de,
respectivamente, el Vinhäe, el Vinhuiga, el Tep-Wo, el JuSe y la MabDe. Antes
que se cumplieran los primeros dos días de sus "partidas", un grupo
de ilios se las había ingeniado para tomar las medidas, sin ser vistos ni
detectados, y antes que los cuerpos fueran colocados sobre las piras ardientes.
Concluido el encauzamiento, todo volvió a la normalidad para los ilios, quienes
volvieron a afirmar que harían lo mismo con cada hombre o mujer que alguna vez,
no importaba cuando, reemplazara a esos cinco. Lo harían hasta que al fin
estuvieran en el desesperado momento, tanto que su única opción fuera este
guerrero único, sabiendo que las posibilidades, sino inexistentes, serían muy
inferiores.
_Les
garantizo que ningún ilio me va a arrancar un pelo o una uña, no van a tener
muestras de mi., prometió Qumi, tomando su bastón y transformándolo en arma.
Había
oído con toda la atención y concentración cada cosa que se leyó y dijo acerca
del gigantesco proyecto desarrollado por los ilios y perfeccionado por estos a
lo largo de siglos, y al finalizar la lectura del último párrafo decidió que
daría y haría lo que fuera para impedir que los ilios se salieran con la suya.
_Tarde
- anunció el rey Elías, cerrando el archivo y dejándolo en poder del experto de
la COMDE -. Lamento tener que decírtelo, y a ustedes - miró a Zümsar, Marina,
Lidia y Eduardo -, pero ya lo hicieron. Los ilios tuvieron su oportunidad y no
la desaprovecharon.
Les
explicó que habían conseguido esta información a raíz de algunos de los
interrogatorios llevados a cabo en los últimos días. Supieron que, cuando los
Cuidadores hicieron su primera incursión al templo de la etnia Oi, para hallar
el manifiesto, siguiendo la pista que les diera Qumi, un grupo de cinco ilios
estuvo al margen de ese enfrentamiento, que culminara con la nena híbrida
eliminando a los enemigos al transformarse en una Selecta. Los ilios supieron
por qué estuvieron allí, y no bien se marcharon las hadas, llevando consigo su
premio (se aterrorizaron al saber que pidieron apoderarse del manifiesto),
peinaron toda la superficie en busca de muestras físicas, y se vieron
recompensados al descubrir rastros de los cinco, y además, otros vestigios,
específicamente escamas (Eduardo y Kevin), plumas (Marina) y cabello (Qumi y
Lidia). Unos días más tarde consiguieron rastros del Cuidador de la MabDe, tras
una batalla en el edificio del CSP, específicamente sangre y escamas.
_También
yo? - intervino Kevin -. Se llevaron muestras mías que quedaron en el Oi-Kal?.
_Hicieron
caso omiso del miedo. No me pregunten cómo, porque no tengo la respuesta. Pero
lo hicieron - agregó la reina Lili, presintiendo que estaba cerca el momento de
terminar el encuentro -. Esperaron a que el enfrentamiento hubiese finalizado y
empezaron con la tarea de recuperación. Y lo que siguió ya lo conocen.
Encauzaron las muestras usando como canales al contenido de las urnas.
_Quizás
ni se imaginaron todo lo que sobrevino desde ese momento - postuló Zümsar -.
Habrán pensado que fue solamente otra misión de recolección.
Se
hizo un silencio, a consecuencia de las fuertes impresiones, tras lo cual la
soberana insular dijo, intentando llevar a los cinco algo de tranquilidad.
_Hay
una cosa que todos tienen que saber, tal cual la supieron sus antecesores -
aunque la tarea de ocuparse de este guerrero único no los incluía, Lili dijo
esas palabras también a Kevin, Akmi y Lina -. Todas las proezas y hazañas de
que son capaces los Cuidadores, sus capacidades y habilidades, el alcance de
sus poderes... nada de eso es provisto por los lugares grandiosos. Todo eso es
obra pura y exclusiva de ustedes. La verdadera fuerza viene de adentro suyo y
de ninguna otra parte. Si tienen la voluntad, determinación, confianza y fuerza
para hacer esas cosas no existe nada ni nadie que se los pueda impedir. Ya se
que dominan el agua, el fuego, la tierra, el aire y la luz - esbozó una leve
sonrisa, pues creyó detectar cierta relajación en el semblante de los
Cuidadores -, la flora, la fauna o la magia, la habilidad y el poder reside en
ustedes. Es cierto que la pérdida de cinco lugares grandiosos va a suponer uno
de los golpes morales más grandes de todos los tiempos, tanto para las hadas
como para otras especies elementales, pero nos recuperamos de cosas iguales e
incluso peores. Ahora lo único que vamos a necesitar para eso, para
sobreponernos, es la voluntad. Nada más. Y eso a las hadas nos sobra. Piensen,
sino, en los tiempos inmediatamente posteriores a la Gran Catástrofe.
Cada
uno de los individuos en el continente centrálico había dado lo mejor de si
para recuperarse ellos mismos, emocional y anímicamente, y recuperar las
pérdidas. El esfuerzo de todos había servido para que hoy quedaran pocos
vestigios del que fuera uno de los peores desastres naturales de todos.
_Con
respecto a su enfrentamiento con esta arma definitiva, como la llamaron sus
creadores... demás está decirles que se trata de un enemigo excepcionalmente
fuerte, que domina cada una de las técnicas que pueden aplicar ustedes cinco;
por lo tanto van a estar frente a un reto máximo, algo que no vamos a
experimentar nunca más - indicó el rey -. Y esa complejidad me hace suponer que
los cinco van por primera vez a tener dificultades en lo que a batallas se
refiere. Por eso necesitamos pedirles que vengan mañana al castillo. Conozco un
método que, si bien no va a darles el triunfo en pocos minutos, va a ser una
ventaja. Tal vez sea la única herramienta que pueda equipararse a este guerrero
único.
_Cuál
herramienta?., se interesó Lidia.
Ella
creía que la condición de Selección era el máximo nivel de fuerza que podía
alcanzar un hada o un híbrido nacido en parte de una (como ella) y había
vaticinado e imaginado que entre los cinco podrían derrotar a este enemigo
transformándose en Altos Selectos. Terminarían más exhaustos que nunca, pero
obtendrían el triunfo.
_El
encauzamiento de la energía de cuatro de ustedes en el quinto - informó el rey
-. Concluimos el desarrollo de esa técnica antes que los ilios, y por lo tanto
tuvimos más tiempo para perfeccionarla. No es complicado para entender ni
tampoco para ejecutar, y por eso asumo que en dos o tres horas, no más, los
cinco van a ser auténticos entendidos en ella. Si quieren tener todas las
oportunidades desde el fin, lo mejor va a ser que la dominen. De hecho, y a
propósito, me gustaría que además se lleven esto, y lo ensayen y estudien en lo
que queda de hoy y un rato mañana, mientras estén desayunando.
Entregó
a los cinco Cuidadores una carpeta con toda la información disponible acerca
del encauzamiento desarrollado por las hadas.
Esta
sería también una tarea complicada, pues debían ir al Vinhäe, el Vinhuiga, la
MabDe, el JuSe y el Tep-Wo, reunir a la totalidad del personal y comunicarles
todo aquello de lo que se hablara, tal cual lo hicieran ellos.
_Puede
parecer algo trivial, si lo comparamos con lo otro, pero hay que hacer una
evacuación total de esos lugares antes del treinta a las catorce horas en punto
- concluía el experto -. Tienen que sacar todo de allí. Los registros y
documentos, las armas en los arsenales, los objetos en exhibición, los muebles,
otros archivos... que queden únicamente las estructuras vacías. Digan a los
equipos de científicos que van a tener que estar sin trabajar por unos días,
hasta que resolvamos sus situaciones, lo mismo que a otros empleados... Y si,
antes de que pregunten, les contesto que si - anticipó -. Podemos construir los
lugares grandiosos desde cero de nuevo. Pero para eso va a hacer falta mucho
tiempo, más de lo que cualquiera pueda imaginar.
_Les
va a caer igual que a ustedes esta noticia, pero van a tener que aceptarla -
agregó Lili, pensando en el anticipo del experto. Una obra así llevaría, en
términos de tiempo, al menos uno y medio a dos y cuarto años de trabajo -,
aunque les cueste. Ahora vayan. Y no se olviden de repasar todo lo relacionado
con sus encomiendas. Tenemos que ponerle punto final a este enfrentamiento que
se remonta a la llegada de los ilios a Centralia.
_Y
les deseamos suerte a todos., concluyó el rey Elías.
Esas
palabras habían sido también para Jule, Taknu, Dalia, Imeleuq, Akmi, Lina y
Kevin, quienes tendrían desafíos igual de complejos.
_Eduardo...
Qué pasa? - se preocupó su compañera, al verlo entrar en la dirección del
Vinhäe -. No pudiste traer buenas noticias, cierto?.
El
Cuidador dejó su bastón sobre una repisa y ocupó uno de los sofás. Prefirió
preguntar primero por Iulí, Ibequgi y Melisa, a lo que Isabel le contestó que
los tres estaban en la guardería. Eduardo, entonces, pensó que lo mejor, aún
con el riesgo que implicaba, sería enviar a su suegra y ambos bebés de vuelta a
Barraca Sola, escoltados por dos o tres hadas guardianas. "A estas
alturas, el riesgo es menor allá que acá", finalizó.
_Pero
por qué? - el tono de Isabel ya mostraba alarma -... No hay buenas noticias,
cierto?.
Lamentó
no haber estado en un error al pensar eso.
_Desafortunadamente
no - ratificó su marido -. No las traigo, y tampoco las llevaron los nuestros.
_Tampoco
ustedes, eh?.
_Tampoco?
Isabel
le contó entonces que los agentes de la PoSe habían descubierto un regimiento
gigantesco de monstruos mint-hu en el oeste-noroeste centrálico, listos para
lanzar un ataque, algo que los agentes supieron con los interrogatorios a los
ilios capturados, en cuanto se hubiera cumplido el primer cuarto del treinta de
Enero / Baui número treinta. La segunda al mando del Templo del Agua se había
ofrecido como voluntaria, sin dudarlo, para un equipo de seres feéricos por
demás fuertes, al que se encomendara la tarea de destruirlos. Era un grupo
formado por mil hadas de todas partes del mundo, y entre ellas estaban sus
padres, Nadia, Lía, Olaf, Iris, Atilio, Lara y Kuza, los padres de Lidia, el
príncipe ucemita Taynaq, segundo al mando del Tep-Wo, Cristal y los herederos
insulares, Elvia y Oliverio.
_Cincuenta
mil monstruos. Va a ser el enfrentamiento de nuestras vidas.
_No
tanto como los que vamos a tener nosotros, te lo aseguro.
Eduardo
le habló entonces de ese monstruo poderoso que permanecía inactivo en el
continuo florentino, cuya destrucción había sido encomendada a Kevin, Lina y
Akmi, y del ofrecimiento de los hermanos para reducir a menos que polvo tanto
las urnas como su contenido
_Van
a tener suerte, lo se - vaticinó Isabel -... Y qué hay de Lidia, Marina, Qumi,
Zümsar y vos?.
Los
gestos de Eduardo se volvieron a tensar.
_Ojalá
no hayas olvidado ninguno de tus conocimientos en la submarina y las otras
ramas de la arqueología. Creo que van a serte útiles de nuevo.
_Por
qué, qué fue lo que pasó?.
_Porque
este lugar, el Vinhäe, va a desaparecer a las dos de la tarde del treinta de
Enero, y también el Vinhuiga, la MabDe, el JuSe y el Tep-Wo - Isabel adoptó una
expresión de desconcierto, no pudo ser de otra manera -. En un momento vas a
enterarte de todo lo que se habló y dijo en la oficina de los reyes. Necesito
que me ayudes a reunir a todo el personal. Supongo que Qumi, Lidia, Zümsar y
Marina ya estarán haciendo lo mismo.
Dejaron
la dirección lentamente y en silencio, y, mientras descendían por la escalera
caracol, Isabel, tensa, le preguntó:
_Eso
que dijiste sobre los lugares grandiosos... Es verdad?, Los vamos a perder el
último día del mes?.
Hubo
un silencio breve, tras el que Eduardo contestó con una sola palabra:
_Si.
FIN
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CLAUDIO ---
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