martes, 19 de enero de 2016

Gracias por todo, AOE2, the Conquerors



Me gustaría escribir un poema en tu honor, pero la verdad es que no puedo. No puedo hacer eso porque no se como ( si no aprendí hasta ahora, no creo que lo vaya a hacer en algún momento del futuro), y además los poemas son cosa de mujeres y de maricones. Y como yo no soy una cosa ni la otra, simplemente voy a dedicarte estas merecidas palabras de agradecimiento.

Te agradezco que hayas sido un gran divertimento allá por el lejano período 2002-2003-2004 en las noches de cada sábado y cada madrugada de domingo. Fuiste por lejos el mejor juego con el que yo haya pasado el tiempo, no pocas horas sino muchas, muchas de verdad, en el ciber ese que estaba en avenida Calle Real entre Padre Espinal y Rawson, en el centro de Merlo. Las más de ocho horas que arrancaban a las 18 o las 18:30 del sábado (¿pueden creer que en esa época una hora costaba ¡un peso!?) fueron, eso te lo debo y agradezco, uno de los mejores recuerdos que tengo de esos años.
Elegir una civilización , el mapa, configurar la partida y listo. Allí estaba el escenario y a jugar se ha dicho. Construir una casa acá, una granja allá, un cuartel más allá, la iglesia más acá y alguna que otra estructura en el culo del mundo, porque siempre empezaba yo el juego en la era menos desarrollada, donde lo más que podía hacerse, en tu aspecto dominante, el bélico, era enviar un ejército bastante limitado ,numéricamente, de cavernícolas a cagar a cascotazos y palazos a cualquiera persona o estructura de los territorios enemigos.
Ir progresando y avanzando a las siguientes eras a medida que se obtenían los recursos necesarios (madera, oro, piedra y comestibles), cambiar unos por otros si la situación lo ameritaba, fortificar el reino a medida que el peligro se incrementaba y en la medida que fuera necesario (defensas moderadas), mantener ocupados a los enemigos enviando dos o tres buques y un regimiento de no más de diez u once hombres a causar pequeñas escaramuzas, seguir construyendo más y más estructuras en tus tierras originales y otras que fueras incorporando, enviar a los sacerdotes a recuperar las reliquias, erigir alguna que otra de las maravillas solo porque no sabés en que mierda ocupar el espacio que quede libre ni en que mierda emplear los recursos de que disponés, ir mejorando la tecnología en el bélico y cada uno de tus aspectos...

Y llegado un momento dado, cuando ya estabas lo suficientemente preparado... ¡a jugar se ha dicho!. Como en la vida real en la era medieval, enviar a la batalla a decenas de soldados a pie y a caballo, catapultas, maquinas de asedio, morteros y cobertura de los barcos si estabas cerca de la costa... eventualmente uno o dos coches cobra, tres cuando mucho y no más que eso ("How do you turn this on" era el truco) si la situación se llegaba a poner particularmente difícil.

Nuevamente te doy las gracias, Age Of Empires 2, The Conquerors por haber llegado ene se momento a mi vida. Fuiste, como dije, uno de los mejores divertimentos que tuve en ese tiempo, en que la adolescencia finalmente le dejaba su espacio a la adultez parcial (18 a 21 años). Estuviste presente en cuanto ciber hubo en esa época, y fueron varios, formaste parte de las conversaciones y discusiones más o menos extensas y más o menos serias entre amigos y conocidos, y te encontraste entre los principales juegos del momento. ¡Que me vienen con el Counter Strike y toda esa bosta!. Vos fuiste el mejor juego que yo alguna vez haya jugado, que siga jugando y que vaya a jugar, no importa con que nuevas versiones se te intente mejorar ni que otros juegos quieran opacarte ni reemplazarte. Porque jamás vas a ser para mi mejorado, opacado ni reemplazado.

En resumen...

¡¡¡GRACIAS POR HABER LLEGADO A MI VIDA, AOE 2, THE CONQUERORS!!!



--- CLAUDIO---

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