lunes, 18 de enero de 2016

El correctivo de antaño



Gracias a este artículo, al que se conoce simplemente con el nombre de cinturón, el cual puede estar confeccionado con numerosos materiales, siendo tal vez el principal el cuero, solían evitarse muchas de las desgracias que ocurren hoy en día, que van a seguir ocurriendo de aquí hasta el fin de los tiempos y que, como todo en la sociedad, fueron incrementándose en cantidad y calidad a medida que los años fueron transcurriendo uno atrás de otro y con la disminución en el uso del así llamado "cinturón". 

Durante décadas, quizás durante siglos, este elemento típico que complementaba la vestimenta de los hombres, y luego empezado a usar por las mujeres, sirvió para mantener en los niveles más bajos la cantidad de delincuentes de todo tipo, vagos y mal entretenidos, drogadictos, mal educados e incultos, vándalos sociales, inútiles, malandras (una categoría más baja que la de "delincuente") y todo tipo de personas que no hacen otra cosa que daños varios a la sociedad. Era una época en la que esos problemas podían corregirse mediante la aplicación a tiempo, antes de que fuera tarde, de un golpecillo dado con el cinturón allí donde terminaba la espalda. Era un hecho de que el cinturonazo, tanto como el alpargatazo, era más efectivo que una cantidad equis de sesiones con el psicólogo. 

De esa manera se ahorraba el tener que andar lamentando los errores que se hubieran cometido de no haber apelado al uso de este artículo correctivo. Desafortunadamente, el uso del cinturón para corregir esos malos comportamientos fue perdiéndose en el tiempo, quedando actualmente, que se sepa, como un recuerdo de épocas pasadas, nada más que en la memoria de las personas que, como yo, vivimos esos años. Claro que en mi caso fue los últimos tiempos de esta costumbre, ya que por el año en que nací yo me fue imposible, o casi, ser contemporáneo de dicha costumbre. 


--- CLAUDIO---

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