_Eso fue todo lo que ocurrió, o al menos lo
de mayor trascendencia, en torno a vos en estos cincuenta días. Lo que sigue ya
lo sabés, ¿no?. Despertaste, Nadia, la reina Lili y yo sostuvimos esa
conversación introductoria, si se la quiere llamar así, en el dormitorio y con
eso empezó tu historia en nuestra sociedad y nuestro mundo., concluyó el hada
de la belleza.
Salían ya de y dejaban atrás un caserío poco
habitado al que habían acudido parta darle el mantenimiento de emergencia a la
bicicleta (el freno de la rueda delantera se había estropeado), a seis
kilómetros del Banco Real. Un reducido poblado de poco más de cinco kilómetros
cuadrados, una quincena de viviendas y cincuenta habitantes cuyo principal
atractivo era el carrusel de tracción mecánica, un juego infantil, en la plaza
pública, al que hacían funcionar moviendo una manivela (“Cinco vueltas por un
sol”, anunciaba el operario a los menores de edad que ya se congregaban). Por
el silencio imperante y la rala cantidad de casas, pobladores y un comercio
único, un almacén de ramos generales, el oriundo de Las Heras le vinieron a la
memoria los centenares de pueblos y pueblitos dispersos en su país natal, en
los que por esas carencias se podía disfrutar de una tranquilidad total.
_La reina Lili había empleado palabras y
gestos que incluyeron el tono de “madre e hija” cuando hablaban acerca de que
hacer conmigo, después que esos dos hombres, Cristal y vos me llevaron hasta La
Fragua 5-16-7 – apreció Eduardo, llevando el rodado con la mano izquierda,
tomando con la derecha la zurda de su compañera sentimental y mirando a esta a los ojos. Las hadas lo
habían arrebatado a la muerte, y esto constituía una deuda de gratitud de por
vida –. ¿Qué fue lo que le ocurrió a tus progenitores?, ¿fallecieron?.
_No, no fallecieron – contestó la dama, para
nada ofuscada o molesta con esa pregunta. Ella misma parecía querer tratar ese
tema –, al menos no del todo. Mi papá y mi mamá se convirtieron en almas
solitarias. No están con vida, pero tampoco están muertos. Es como un estado intermedio entre la vida y
la muerte- Sus cuerpos fueron completamente destruidos, carbonizados por una
descarga eléctrica durante una tormenta tropical, y lo verdaderamente poco que
quedó de ellos se esparció en el océano, pero sus almas y energías vitales se
conservaron en una pieza, intactas, desde ese momento, y eso se debió a que una
contó con el apoyo de la otra. Fue un año y medio después del nacimiento de mi
hermana, durante el viaje entre dos islas en la frontera noroeste de este país.
Una feroz tormenta tropical y un fuerte viento huracanado los atraparon en
pleno vuelo y a mitad del camino entre las costas. Era un espacio, es un
espacio, de veintiséis kilómetros en medio de un mar de gran calado, a ocho mil
noventa y nueve kilómetros de la Ciudad Del Sol. Estaban tratando de evadir esa
catástrofe, y cuando se dieron cuenta de que eso no iba a ser posible quisieron
llevar a la práctica algo que únicamente se había intentado nueve veces desde
producido el Primer Encuentro, y otras doce antes de el. Veintiún intentos
fallidos. La última persona en intentarlo había sido el hada malvada, y , como
ella y sus otros predecesores, no tuvieron éxito mi papá ni mi mamá. Todas las
almas solitarias que existieron ayer y las que existen hoy, unas diecinueve,
tienen su origen en esa técnica fallida.
_ ¿Qué fue lo que hicieron, exactamente? –
quiso saber su compañero de amores, intrigado, mirando, agudizando el oído ante
un rumor a un lado del camino –. O mejor dicho, ¿qué intentaron hacer tus
progenitores que acabaron transformados en eso que son ahora, en almas
solitarias?.
Isabel de seguro no lo había notado, pero su novio si. Algo pasó a ritmo acelerado
en la misma dirección que ellos, sobre el crecido césped a un costado de la
ruta real. Eduardo no logró verlo, porque su atención se estaba centrando en la
explicación de su compañera sentimental, pero supuso que se había tratado de un
animal de tamaño mediano, o incluso otro ser elemental, apenas más bajo que
ambos componentes de la pareja. Como fuere, al instante ( o casi) dejó de
sentir el movimiento en el piso y arriesgó en su mente las dos posibilidades
más cercanas a la verdad: que se había perdido en la distancia o la espesura o
que se había detenido cerca de allí porque los estaba siguiendo.
_Separar el alma y la totalidad de la energía
vital del cuerpo , cuando este se encuentra expuesto a algún peligro por demás
extremo y sin parangones, uno que de verdad sea superior, y por mucho, a
cualquier otro. Paso exactamente lo mismo con las demás almas solitarias, con
todas ellas. Con las que ya no están y con las que si – empezó a explicar el
hada de la belleza, que recién estaba aprendiendo a caminar sin ayuda cuando
sus padres cometieran involuntariamente esa imprudencia – Mis progenitores ni
por asomo repararon en que sus cuerpos iban a sufrir ese daño tan grande e
irreversible aquel día. Pensaron que, atrapados en el viento huracanado, iban a caer en alguno de los islotes o islas
que había abajo. Lo hicieron, si, pero no como lo hubieran querido. Los cuerpos
recibieron una descarga fulminante de alrededor de treinta y tres mil voltios y
se carbonizaron en un abrir y cerrar de ojos. Si, Eduardo, las hadas podemos y
sabemos medir la electricidad. Con ello,
mi papá y mi mamá se quedaron a medio camino entre la vida y la muerte. Las más
nuevas de las almas solitarias, que con ellos ascendieron a tres en el reino de
Insulandia y a diecinueve en el planeta. De sus cuerpos no quedó rastro alguno
porque además de esa descarga eléctrica estuvo el viento huracanado, igual de
fulminante – Isabel, que había estado siempre orgullosa de sus padres, no
dejaba de sostener que esa había sido claramente una gran torpeza que bien
hubieran podido evitar –. Esa es una técnica que está entre las más complejas y
peligrosas. Tanto que sostenemos que existe un noventa y nueve punto nueve por
ciento o más de probabilidades de que salga mal o muy mal. Y las tres cuartas
partes de esa cifra implican que salga mal del todo. La idea básica es que
tanto la energía vital como el alma se separen del cuerpo dañado o por dañar
primero y lo rodeen inmediatamente después; la energía envolviéndolo como si
fuera una cinta, desde los pies hasta la cabeza, y el alma formando una esfera
que encierre tanto a la energía como al cuerpo. Se supone, y solo eso, que de
esa manera el cuerpo se puede regenerar y recuperar más rápido que estando al
cuidado del personal en las instalaciones médicas. Después de eso, el alma y la
energía vital vuelven a unirse con el cuerpo y allí no pasó nada – hizo una
pausa. Un punto adelante con extremo piramidal indicaba la ubicación del Banco
Real –. Los textos históricos dicen que nadie que lo haya intentado tuvo éxito.
UN alma solitaria no tiene vuelta atrás, al menos que sepamos las hadas, y
desaparecen, es decir que el fallecimiento finalmente llega, una vez que se
haya cumplido su propósito.
_¿Cuál propósito?.
_El que sea, y viene con el paquete. Cuando la
compleja técnica falla, cada vez que se intenta… es como un “plan B”, si se
quiere. El hada, o alma solitaria, se compromete a hacer algo y al estar hecha
tal cosa empieza la cuenta regresiva. Trescientos sesenta y cinco días desde
ese momento. El alma finalmente desaparece y la energía vital va a parar al
entorno, a las formas de vida vegetales, fungis y animales que se encuentren
más cerca. Esas formas se benefician con la energía – explicó el hada de la belleza
–. Es entonces el final para esos seres elementales, y por eso tienen una
existencia que es variable. Me refiero al tiempo. Si mal no recuerdo la marca
la mantuvo hasta hace alrededor de dos siglos y medio un alma solitaria que
tuvo una “duración” de once mil años. Nunca conocimos la razón de ese tiempo
tan extenso, pero suponemos que se debió tratar de algo sumamente complejo,
personal o las dos cosas. Ahora la marca la tiene, y la mantiene, la antigua
hada malvada.
_¿Y eso a qué se debe?.
_Se debe a que el propósito, que no es otra cosa
que una contraprestación que tiene también una duración relativa, constituye
algo personal, secreto y muy íntimo, por lo que no lo pueden revelar – informó el
hada de aura lila –. No pueden dar ninguna pista ni tampoco orientar a otros a
que lo hagan, porque de lo contrario se rompe esa promesa y entonces el alma
solitaria desaparece. Es la otra de sus formas para hacerlo. Las dos dependen
del propósito.
_Entonces, me puedo ahorrar l saliva que
hubiera usado en preguntar con que cosa se comprometieron tus progenitores –
apreció Eduardo, con un tono serio, sintiendo nuevamente los pasos misteriosos –.
Difícil existencia debe ser esa, supongo.
_Vaya que loe s, y mucho – coincidió su
novia, en tanto volvían a montar en la bicicleta. La reparación del freno había
sido un éxito –. Las hadas sostenemos que es lo más cerca que se puede estar de
la vida eterna. Pero más allá de eso… nada. El espacio es otro factor que les
juega en contra. Mis progenitores, por ejemplo, no se pueden encontrar a
distancias mayores a los cien kilómetros de su morada actual, porque de hacerlo
sufrirían un agotamiento extremo y se catapultarían al instante al punto
central de su morada. No se, las hadas no sabemos, por qué ocurre eso. La
libertad de movimiento es total y absoluta en esos cien kilómetros de
distancia. En ese rango pueden hacer lo que y obrar como les venga en gana.
_¿Cómo eligen las almas solitarias su morada?
– quiso saber Eduardo –, ¿o cómo se determina?.
Además de los pasos, estaba sintiendo un olor
extraño.
_Se trata del lugar en el que haya quedado el
último de los vestigios de un hada, o el último de los fragmentos, así se trate
de algo tan pequeño como una uña o un cabello – contestó Isabel –. De mi papá y
mi mamá no quedaron restos menos que ínfimos, pero quedaron. El tamaño de
aquellos es irrelevante y no influye en el designio, o la elección, de la
morada. Cada vez que quiero estar con ellos, por el motivo que fuere y no
importa por cuanto tiempo, los voy a visitar a esa morada. Esas reuniones
familiares me animan, también a Cristal, y para las dos son algunos de los
momentos más agradables de nuestras vidas – miraba distraídamente a los lados,
como buscando la fuente de los pasos y el olor –. El veintiuno de Enero fueron
a conocerte. No se pudieron formar una opinión acerca de vos porque solo
conocieron tu aspecto físico, y eso dice muy poco o nada de como es una
persona, de su carácter y su personalidad. Estuvieron allí alrededor de sesenta
minutos, no más que eso. Así que les prometí que en cuanto hubieras despertado
y tuviéramos el tiempo íbamos a hacerles una visita, y ese momento es ahora.
_Y por eso nos estamos dirigiendo al Banco
Real de Insulandia.
No pudo completar la frase porque otra vez
estaba sintiendo aquello. El olor no tenía nada que envidiarle al de un huevo
podrido o un lácteo en descomposición. Era francamente horripilante.
_Si, al Banco Real. Una construcción única en
su tipo a nivel mundial. Muy fuerte y construida para resistir el clima y el
tiempo – corroboró sorprendida el hada –. ¿Cómo lo supiste?.
_No lo sabía con certeza, solo un recuerdo
vago. Arriesgué la opción y por lo que veo acerté – su compañero sentimental
también estaba sorprendido por el acierto con la primera de las opciones.
Eduardo se estaba preguntando en su mente, con curiosidad, que habría motivado
a los padres de Cristal e Isabel y a tantos otros seres feéricos a querer
tentar a la suerte con una técnica tan compleja como mortal y peligrosa que a
la fecha nadie, ni siquiera aquella hada malvada con todos sus enormes poderes,
había conseguido. Los individuos de esta especie tenían mejores y mayores posibilidades
de recuperarse de heridas más o menos graves sin intentarlo y recurriendo a los
métodos convencionales – Además, Cristal dijo que los espectros, o almas
solitarias, vivían en ese complejo de cuevas y recámaras. Es otro aspecto en el
folclore y las culturas antiguas y modernas en mi mundo – e hizo memoria, dando
un ejemplo concreto – El lugar de residencia por excelencia de un espectro, un fantasma
o como se lo quiera llamar es el cementerio, o cualquier lugar que sea… “sombrío”
– el olor a huevo podrido estaba estático a un lado del camino, y no había
dudas sobre que ese animal, o tal vez algún ser elemental, andaba por allí
siguiendo los pasos de Isabel y Eduardo –. ¿Quién se hizo cargo de tu hermana y
de vos?.
_Una nodriza designada por el Comité de
Asuntos Familiares, que es un organismo que depende del Consejo de Desarrollo
Comunitario y Social… en realidad lo hizo toda la comunidad, en particular los
habitantes de Barraca Sola. Pero hubo un hada que asumió voluntariamente y de
buena manera el rol de madre sustituta. Ella se ocupó de mi hermana y de mi –
dijo Isabel, que continuaba sintiendo un profundo respeto y agradecimiento por
la nodriza. Su madre y su padre estaban condenados a permanecer en un área
comparativa y sustancialmente reducida de doscientos kilómetros de diámetro en
Buenaventura, la isla principal del reino insular, para siempre, y a tener esa
extensa red de cuevas y receptáculos como su morada eterna (uno de los efectos
negativos de esa técnica imposible), porque en ese completo, en uno de las
tantas recámaras bajo la superficie, habían quedado los últimos vestigios de
las que fueran sus formas físicas, testimonios que indicaban que allí había
tenido tiempo lugar un “instante personal”
para los padres, con el que dio inicio la concepción de Cristal. Las recámaras y
cuevas en su conjunto eran, y lo serían quien podía saber por cuanto tiempo, el
hogar del trío de almas solitarias del reino de Insulandia. Isabel sentía un
gran orgullo por las tres. Dos de ellas eran sus progenitores y la otra una de
sus amistades más cercanas –. La nodriza nos tuvo a su cuidado hasta el día en
que yo cumplí los dieciséis años, momento en que pude empezar a hacerme cargo
de mi misma, y también de Cristal.
El hombre a su lado (su novio) cayó en la
cuenta.
Los pasos misteriosos y el olor cada vez más
fuerte precedían entre cuarenta y cincuenta metros, aproximadamente, a la
pareja, y cuando Eduardo e Isabel alcanzaban esa posición, los pasos se
reanudaban y, como el olor, se movían hacia adelante. Este ciclo se venía
repitiendo desde que ambos componentes de la flamante pareja abandonara el invernadero.
_La mayoría de edad legal para los seres
feéricos., tradujo el experto en arqueología submarina.
En su país de origen, esa mayoría llegaba a
los dieciocho.
_Exacto., confirmó su novia.
… el olor, en cambio, no variaba a causa de
la distancia.
Continúa…
--- CLAUDIO ---
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