martes, 29 de diciembre de 2015

¡Los roedores nos están invadiendo!


Son animales chiquitos con hocico puntiagudo, dientes grandes y una larga cola que se reproducen fenomenalmente rápido y que no sirven para una reverenda mierda nada, excepto, tal vez, muy de vez en cuando, hacer feliz a algún gato, y en lo que a los seres humanos concierne solo traen enfermedades, como por ejemplo el virus “Hanta”.  Abundan en los lugares con mantenimiento edilicio e higiene que distan más o menos de ser los apropiados, tal es el caso de las escuelas en las que de vez en cuando aparece al menos uno de estos roedores, o aquellas estructuras que, por tal o cual motivo, están abandonadas y sin uso alguno. Sin embargo, aún con todo lo perjudiciales que resultan o pueden resultar, las ratas, ratones y lauchas van de a poco ganando su espacio en la cultura popular, en la literatura, las películas y series de televisión, los dibujos animados, historietas o el medio de reproducción que sea. Así podemos ver y tener, como ejemplos, a:

- Mickey y Minnie, las creaciones de Walt Disney.

- Pichu, Pikachu, Raichu, Ratatta y Raticate, del animé (dibujo animado) y manga (historieta) Pokémon.

- El “Ratón”, uno de los personajes secundarios del dibujo animado “Alejo y valentina”.

- Ratatouille. ¡Lo que faltaba, una rata en donde menos tiene que estar: en la cocina!.

- El ratón Pérez, ese mítico personaje de la infancia que cambia los dientes de leche por una cantidad X de guita.

- “Queso”, tal es el nombre del ratón ese que aparece en las películas que tienen como protagonista a Tinkerbell,  el cual estuvo tan cerca de irse al otro mundo hacia el final de “Hadas al rescate”.

- Rat-Trap, uno de los personajes centrales en el bando de los maximales en las series “Beast Wars” y “Beast machines”; un robot que se transformaba en una rata.

- Los tres ratones ciegos, parte de la gran gama de personajes de los cuentos infantiles.

- Las ratas que aparecen en la cabina del monorriel de Springfield, en el capítulo ese en que Homero se vuelve el conductor de dicho transporte (la más grande se llama “Cuca”).

- Jerry.

- Peter Petigrew, alias “WormTail”, un mago que podía transformarse a voluntad en una rata, uno de los secuaces de lord Voldemort.

- La gente famosa con apodos de roedores, como por ejemplo Roberto “el Ratón” Ayala, Antonio Ubaldo “el Rata” Rattín, los grupos de música “Los ratones paranoicos” y “Rata Blanca” y el pelotudo ese cuyo nombre no recuerdo en este momento que trabajaba para Guido Süller, al que le decían “el Laucha” (antes de la llegada de “Larva”).

- Los “niños rata”, una especie relativamente nueva que de a poco va ganando su espacio en Internet (¡¡¡SOS!!!).

- El maestro Splinter, el forro anciano ese que se convierte en el entrenador de las tortugas ninja… o algo así, nunca fui muy adepto de ese dibujo animado.

- Pinki y Cerebro, que “todas las noches salen a intentar dominar el mundo”.

- Speedy González.

- Faivel.

- Basilio, el protagonista de la película “Superdetectives”.

- Danger Mouse, una caricatura que no vale 25 centavos de origen británica que parodia, a la serie Danger Man y las películas de James Bond.

- Itchy, uno de los protagonistas del dibujo animado ese que miran Bart y Lisa en su casa.

- Roquefort, el ratón que aparecía en esa auténtica joya animada que fueron, son y serán “Los Aristogatos”.

- Stuart Little.

- El Topo Gigio.

Como ven, cada vez son más. Preocuparía saber que algún día pueda modificarse la concepción actual que se tiene de estos bichos que, como dije, están al recontra pedo para nada y solo traen problemas, enfermedades y que, en el caso de que se sepa que apareciera uno de ellos en nuestra casa, la gente se va a llevar la impresión de que somos una manga de sucios de mierda incapaces de mantener nuestra propiedad en condiciones óptimas y libre de esta preocupante plaga. Nada más falta que de repente, de un día para otro, aparezca algún /a pelotudo /a imbécil que diga que comer roedores que el /ella mismo /a cace  no hace mal al organismo o alguna huevada de esas  y que entonces se replique, habiendo otra gente que haga lo mismo o que empiece a hacerlo. Ese día de verdad vamos a encontrarnos en dificultades, como si en el planeta Tierra no hubiera ya suficientes quilombos más o menos graves por los que haya que preocuparse y que debemos resolver.


¡¡¡FRENEMOS EL AVANCE ROEDOR!!!

… no vaya a ser cosa que, en el peor de los escenarios, pase en la vida real lo de la película “El origen del planeta de los simios”, solo que con los roedores en lugar de los primates.


--- CLAUDIO---

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