lunes, 6 de junio de 2016

El pelotudo que opina



Se encuentran constantemente dispuestos a ofrecer contestaciones a las preguntas de los hombres y las mujeres de los medios de información (periodistas, bah…). Los pelotudos opinólogos ocupan la mayor cantidad de horas en cuanto programa de radio o televisión al que se los invite. El interlocutor trata de hacer sofisticadas e inconducentes interpretaciones acerca de sus opiniones, aunque en realidad tampoco entienda bien de qué carajo habla. Tampoco sabemos si el opinólogo sabe lo que dice, pero que bien lo dice! Hoy opina sobre economía, mañana sobre política internacional, pasado sobre fútbol. Él es experto en todo.

Por supuesto, se entiende que eso  de “experto en todo” es puro sarcasmo.

Al opinólogo no se le debe pedir coherencia ¿para qué? si la moda es hablar mal del gobierno, él lo va a hacer mejor que nadie, aunque haya recomendado votarlo un bimestre antes. Si la selección de fútbol está en una mala racha, será seguramente porque no se hizo lo que el instó que se hiciera. Si el dólar se dispara, nunca sabremos cómo ni cuándo, pero él ya lo habrá anticipado, y los pelotudos fuimos nosotros por no escucharlo. Antes de una elección siempre es consultado para analizar encuestas (truchas) que a veces señalan como ganador a tal o cual candidato sin posibilidades. Cuando el resultado electoral es el esperado, el opinólogo explica por qué se revirtió la tendencia y se lava las manos de toda responsabilidad. 


Toda su teoría está siempre acompañada por un exagerado movimiento de manos cuidadosamente estudiados e idénticas gesticulaciones faciales y corporales. Este opinólogo es fundamentalmente mediático, y eso lo hace reproducirse por miles, de esa manera podemos escuchar sus descabelladas opiniones en boca de cualquier aprendiz de opinólogo en cualquier café. 


--- CLAUDIO ---

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